Vuelta a España 92, con un recorrido mas difícil, tendra una etapa al 'estilo Tour'
La Vuelta a España de 1992, que se disputará entre el 27 de abril y el 17 de mayo, dará un cambio importante en su configuración al contar con un recorrido más completo y difícil, con la mayor montaña de su bistoria. La jornada del 5 de mayo tendrá una etapa al más puro estilo Tour. Cumbres míticas como el Tourmalet, el Aspin o Luz Ardiden estarán en su trazado con 144 kilómetros llenos de interés. Tal vez el único problema que se puede plantear entonces es la situación meteorológica, pues en primavera la nieve aún puede ser compañera de viaje en los Pirineos.
El recuerdo de la suspensión este mismo año de la etapa que debía terminar en Pla de Beret, en el Valle de Arán, planeó ayer nuevamente en la presentación de una nueva edición de la Vuelta a España. Se trataba, quizá de poner algún pero al trazado más atractivo de los últimos años, por no decir de la historia. Aunque en ciclismo se dice que las carreras no las hacen interesantes los trazados, sino los corredores, esa ha sido una frase muy española para justificar las carencias de nuestra orografía.La Vuelta encontró en los últimos años, y en la única subida final a los Lagos de Covadonga, una etapa de gran montaña. Los puertos clásicos ya no podían llenar en la comparación con las cimas francesas o italianas. Pero aun con la llegada asturiana la realidad es que la Vuelta no puede ser más dura porque habría que llenar un recorrido general de neutralizaciones para encontrar dureza continua de montaña.
Alternativa
La alternativa que la organización ha encontrado para la próxima edición es la única aceptable. Asumiendo que no se pueden inventar montañas de este lado de los Pirineos, se puede pasar al otro como de hecho hará también el Tour el próximo año para salir de San Sebastián.
Así las cosas, será una atracción ver en mayo, más de dos meses antes de lo habitual, una etapa del Tour, que además esta vez no pasará por los Pirineos. Para entonces, sólo faltará que el tiempo acompañe para no romper el encanto.
La Vuelta 92 saldrá el 28 de abril de Jerez de la Frontera y subirá por Andalucía, La Mancha y un poco de la costa mediterránea, hasta- las cumbres pirenaicas. Será un buen rodaje de seis etapas antes de la primera contra reloj individual seria, Alquerías del Niño Perdido-Oropesa, sobre 52 kilómetros. La etapa prólogo en Jerez, sobre 9 kilómetros, en principio también programada individual, aún podría cambiarse a petición de los equipos, que prefieren se dispute por tríos, como ya ha ocurrido en ediciones anteriores. La contra reloj del segundo día será por equipos y ahí ya se deberán producir las primeras diferencias apreciables.
Sin embargo, salvo que en las largas etapas andaluzas y manchegas se produzcan las sorpresas por el viento y los cortes del pelotón, la verdadera atracción de la Vuelta empezará en la octava etapa, Lleida Pla de Beret. Si esta vez se puede celebrar, será un buen aperitivo para una montaña más dura que nunca en la ronda española. Porque además de la etapa Tour, la semana seguirá con puertos todos los días en las jornadas cántabras y asturianas. A los Lagos de Covadonga seguirá la llegada al monte Naranco, en Oviedo, e incluso la etapa con final en León, traspasar San Isidro. Con las fuerzas ya mermadas de los días anteriores, no sería la primera vez que un ataque ese día abre enormes huecos, aunque desde el puerto hasta la meta queden 90 kilómetros.
La Vuelta habrá pasado ya casi todas su páginas importantes, sobre todo porque las fuerzas de todos no darán para mucho, pero aún quedarán capítulos apreciables: la última contra reloj inividual, en Fuenlabrada, sobre 45 kilómetros y las dos etapas finales por la sierra madrileña, que raramente han cambiado nada. El sábado 16 de mayo se pasará el puerto de la Morcuera y Navacerrada, de primera, y Cotos, de segunda. El domingo, sólo el Alto de los Leones, de segunda.
La Vuelta 92 tendrá así un trazado más duro y completo que ediciones anteriores. Un total de 138 kilómetros contra reloj serán una buena opción para los rodadores ante la gran montaña que se les avecina. Aparte de los tres puertos de categoría especial, Luz Ardiden, Tourmalet y Lagos de Covadonga, habrá 13 de primera.
Por primera vez, después de 27 años, la ronda española entrará en Francia, pero en una incursión de lujo y ya conocida por los corredores hispanos. En Luz Ardiden ya han ganado en distintas ocasiones del Tour Pedro Delgado, Laudelino Cubino y Miguel Indurain.
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