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El 'factor campo' ya no es lo que era

Las estadísticas de las últimas temporadas, en el primer cuarto de la Liga, favorecen al Real Madrid

El factor campo ya no es lo que era. Ésa es la conclusión. provisional más destacable al comparar el primer cuarto de la Liga de fútbol de la Primera División 1991-92, tras la décima jornada, con los de las dos anteriores. En concreto, los triunfos en terreno ajeno casi se han doblado respecto a la de 1990-91: de 15 a 28 (86,66%). Ello se ha debido a que los equipos visitantes han progresado en su función atacante aún más que, en la defensiva: de 73 goles a favor a 88 (20,54%) y de 143 en contra a 131 (8,39%). Otros datos favorecen al Real Madrid y, paradójicamente, al Athletic de Bilbao y perjudícan, al Mallorca: el líder a estas alturas en las dos campañas. precedentes acabó proclamándose campeón mientras que el penúltimo eludió el descenso a la Segunda y el último no lo consiguió. Es más, el conjunto del cuestionado Radomir Antic -lleva tres puntos más, 19 por 16, que el Barcelona 12 meses atrás.

Los tiempos futbolísticos también parecen estar cambiando. Los conjuntos que juegan en sus campos siguen teniendo ventaja sobre los que lo hacen en los ajenos, pero no tanta como antes. Al. menos, eso es lo que se desprende de la comparación del primer cuarto de la Liga actual con los de sus dos predecesoras. En el de la temporada 1989-90 se registraron 16 victorias a domicilio y en el de la de 1990-91 sólo una menos, 15. Pero en el de la de 1991-92 se han producido 28, lo que supone un incremento del 86,66%.Esta variación se ha derivado de la paulatina mayor efectividad atacante y defensiva de los visitantes. Dos campañas atrás, marcaron 70 goles; en la pasada, 73 (el 4,28% más), y en la actual, 88 (el 20,54% más). A su vez, recibieron de manera sucesiva 157, 143. (el 8,9 1 % menos) y 131 (el 1,39% menos). Podría pensarse que en ello hubiera influido decisivamente la superior diferencia entre unos clubes y otros, que los grandes sean más grandes y los pequeños más. pequeños. En efecto, los cuatro primeros clasificados en cada edición han ganado en total más encuentros fuera: de 4 a 9 (el 125% más) y 12 (el 33,33% más). Pero lo curioso es que los cuatro últimos también lo han hecho: de 1 a 3,(el, 200% más) y 4 (el 33,33% más). Así, pues, se antoja evidente que, en general, las tácticas al uso posibilitan bastante la suma de positivos.

Desde la perspectiva global, sin embargo, los tantos siguen siendo muy caros. En el primero de los tres ejercicios propuestos se anotaron 227 y en el segundo apenas 216 (el 4,84% menos). En el vigente ha habido una mínima recuperación: 219 (el 1,38% más).

La inercia de los datos

La inercia de los datos llevaría a dictar algunas sentencias si no fuese porque el balón continúa siendo un objeto redondo que unas veces rueda a favor y otras en contra.

Todavía restan, por supuesto, las tres cuartas partes de la competición: 28 partidos o, lo que es igual, 56 puntos. Pero, de momento, el Real Madrid posee la ventaja estadística en la carrera hacia el título. Los líderes en las temporadas 1989-90 y 1990-91, él mismo y el Barcelona, acabaron alcanzándolo. Por añadidura, la trayectoria del equipo ahora dirigido. por el cuestionado yugoslavo Radomir Antic es más firme porque contabiliza 19 (el 95% de los posibles), tres más que el segundo, el Atlético de Madrid. En su día, el del galés John Toshack sólo tenía 14 (uno de margen sobre el Barça, el Oviedo y el Mallorca) y el del holandés Johan Cruyff 16 (uno sobre el Sevilla).

Lo que distingue al Madrid de hoy del de ayer es, cómo no, su éxito absoluto en las salidas. Se ha impuesto en las cinco y antes sólo ostentaba un triunfo por dos empates y otras dos derrota!. En el estadio Santiago Bernabéu está repitiendo los resultados: cuatro victorias y una igualada. Ha pasado de 13 goles marcados a 24 (el 84,6 1 % más) y de 8 cedidos a 5 (el 37,5% menos). El Atlético, el único que anda al copo en su cancha, lo ha hecho de 11 a 14 (el 27,27% más) y de 9 a 4 (el 55,55% menos) y el Barcelona, su otro rival potente, de 17 a 19 (el 11,76% más) y de 8 a 12 (el 50% más), lo que denuncia que el problema azulgrana se centraliza en la retaguardia.

En otro sentido, el Athletic de Bilbao podría respirar tranquilo, pese a que su entrenador, Iñaki Sáez, se halle al borde de la asfixia, si se fiase de los antecedentes. Ni el Cádiz ni el Castellón, que, como él en estos instantes, eran los penúltimos hace uno y dos años, descendieron entonces a la Segunda División. Por esa misma regla de tres, el Mallorca de Lorenzo Serra Ferrer estaría ya condenado porque sus colegas, el Betis y el Rayo Vallecano, sí que dieron con sus huesos en ella.

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