La fuerte vigilancia policial abortó las concentraciones 'ultras' convocadas en Madrid
El gran dispositivo policial organizado ayer en Madrid ante posibles incidentes por la conmemoración anticipada del 20-N impidió que los neonazis españoles y extranjeros llegados a la capital pudieran participar en actos de signo ultraderechista. Un total de 1.000 policías -el mayor despliegue desde 1975 en un aniversario de la muerte de Franco- cercó el cementerio de la Almudena y evitó que medio centenar de ultras y skin heads (cabezas rapadas) acudieran al homenaje a ocho pilotos alemanes de la Legión Cóndor.No hubo durante la jornada incidentes graves, como temían los responsables del Interior. Pero dos informadores de Europa Press Televisión fueron golpeados por jóvenes ultras en el Valle de los Caídos, al finalizar la misa por Franco, y el vehículo de un equipo de TV-3 fue atacado en la Castellana por cinco skin heads. En uno y otro caso la policía detuvo a varios de los agresores.
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