_
_
_
_

Sito Pons nombra a Alex Crivillé heredero de su imperio el día de su retirada

Consciente tal vez de que buena parte de su popularidad y aureola de campeón se la debe a la prensa, Sito Pons, poseedor de dos títulos mundiales de velocidad (1988 y 1989) y ganador de 15 grandes premios de velocidad de 250 cc, eligió el Colegio de Periodistas de Catalunya para anunciar su despedida (ver EL PAÍS del pasado 18 de octubre) del motociclismo activo, su transformación en el nuevo director de su equipo Campsa-Honda y el nombramiento del joven Alex Crivillé, campeón del mundo de 125cc (1989), como su heredero. Pons, emocionado, señaló en su despedida: "Por honestidad profesional, no debo colaborar a cerrar un camino que me honro en haber marcado. Han sido diez años muy bellos".

La sala estaba absolutamente repleta de periodistas. En el estrado estaban los tres que tenían que estar: Manolo Burillo, manager de Sito Pons; el propio bicampeón del mundo de dos y medio; y Alex Crivillé, el campeón que, tras dos años de aprendizaje y poca fortuna en la cilindrada de 250cc, ha decidido dar el salto a 500cc de la mano del maestro con el que sueñan la mitad de los pilotos del Mundial. "He de comunicar", empezó diciendo Sito, "que he tomado la decisión de hacer un paréntesis en mi actividad como piloto de competición. La próxima temporada no participaré en el Mundial de velocidad". La sala entera se cruzó miradas. Pero ¿cómo? ¿volverá en el 93? "El futuro es imprevisible", siguió comentando, "y no quiero ser yo el que cierre puertas. No puedo establecer límites a mis decisiones futuras. Deseo que se respeta esa libertad porque las puertas del futuro, a menudo se cierran solas. Creo sin falsa modestia que he marcado una nueva forma de hacer las cosas en esta profesión. Por honestidad profesional, no debo colaborar a cerrar un camino que me honro en haber marcado. Han sido diez años bellos y, apasionantes".

Estaba claro: se va, lo deja, no se ve ya ni mental ni físicamente capaz de codearse con los monstruos de la velocidad, con los reyes de 500cc. Él, que empezó a correr en 1979, disputó su primer gran premio en 1981, obtuvo su primer triunfo en el Mundial en 1984 (Jara, con Cobas), sumó hasta 15 victorias en el campeonato de dos y medio, y, se coronó en dos ocasiones como campeón,(1988 y 1989), se bajó ayer de la moto. Aunque habló de mala suerte, de accidentes dolorosos y graves (Yugoslavia y Jerez, 1991), de falta de confianza en su pilotaje y en su moto, Sito dijo lo que pensaba: "Ya no valen excusas, la fe de los patrocinadores y el silencio de la afición merecen un golpe de timón. Hay que correr para ganar".

Por todo ello, Sito aseguró que no ve ya posible cumplir sus objetivos y "por honestidad deportiva y profesional" anunció su renuncia a pilotar. No pilotará, pero sí dirigirá. Y para ello, para no fallar, ha contra tado al hombre con mayor futuro dentro del motociclismo español: ese muchachito de Seva (Barcelona) que se llama Alex Crivillé. "Por Su edad [21 años] y calidad, Alex está en disposición de actuar como es labon de enganche a nuevas generaciones de pilotos que recojan el testigo y apunten como único objetivo al título. No es un objetivo utópico. Si la suerte nos acompaña, pronto, mucho antes de lo que algunos piensan, Alex escribirá brillantes paginas para la historia del motociclismo español".

Crivillé, por su parte, extrajo un papelito de su bolsillo derecho y leyó cuatro palabras, cinco frases: "Siento que se vaya Sito, y mucho, pues todos sabemos que sin él todo habría sido más difícil. Su confianza en mí y su presencia a mi lado en el futuro, es un valor que muchos desearían tener".

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_