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Corrupción y filosofía

Juan Jesús Aznárez

En Tailandia, con 5.000 años de civilización, la trata de seres humanos continúa siendo una práctica que la ignorancia y la pobreza favorecen también en otras naciones del continente asiático.Agencias que prometen a los padres trabajos decentes, mafias que exportan mujeres y hombres jóvenes a los burdeles japoneses, europeos, de Oriente Próximo, Singapur o Malasia, y funcionarios corrompidos, controlan una red de agentes y matones sin escrúpulos que se enriquecen cada día más con este miserable mercadeo. También se benefician los capataces de plantaciones de azúcar y los cosecheros de grano más ruines.

Virada Somswasdi, socióloga, piensa que la filosofía budista ha contribuido a perpetuar la triste situación de millones de mujeres asiáticas al propugnar la aceptación de un destino condicionado que las ha sometido a lo largo de la historia.

"Tu vida es una consecuencia de tu vida anterior, por lo que no puedes evitar tu destino. Si quieres mejor vida, debes hacer méritos, ayudar a tu padres y a los monjes de tu ciudad", viene a decir el credo de Buda.

Virada alude a que muchos monasterios de las áreas rurales del norte han podido ser construidos con donaciones de quienes han tenido que venderse para vivir mejor. Las madres, afirma, tienen poco que decir en algunos lugares de Tailandia donde todavía el hombre, nacido para conquistar, no alcanza una cierta "categoría social" en tanto no demuestra que puede atender a varias mujeres a la vez.

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