Transición modélica

LAS ELECCIONES en Zambia del pasado 31 de octubre han dado una victoria aplastante al partido de Oposición Movimiento por el Multipartidismo y la Democracia (MMD). Su dirigente, Frederick Chiluba, asumió sin demora la presidencia de la república. El anterior presidente, Kenneth Kaunda -figura histórica, padre de la independencia de Zambia, que llevaba 27 años en el poder-, ha felicitado públicamente al nuevo elegido. Este traspaso de poder es un caso singular que merece ser áubrayado. Por primera vez en la reciente historia de África, un dictador abancibna pacíficamente su cargo en favor de un candidato directamente elegido por sus conciudadanos.El cambió refleja, sin duda, la sensatez con la que Kaunda asumió el fin de su etapa. Pero, más allá del caso personal, estamos ante una nueva demostración del empuje democrático que está sacudiendo a las sociedades africanas, dominadas de modo casi general por sistemas dictatoriales. Un avance democrático que progresa con grandes dificultades. En Zaire, país fronterizo con Zambia, asistimos a la resistencia cerril de Mobutu a permitir un juego democrático en el que las fuerzas de oposición tengan un lugar en la vida nacional. El valor del caso de Zambia consiste, precisamente, en que la palabra ha sido dejada a los electores.

Sin embargo, el paso en este país de un sistema de mando personal de un dirigente carismático al pluralismo político no ha sido fácil. Kaunda se había ganado, por una trayectoria política prestigiosa, un lugar excepcional en la vida pública de su país. Después de sufrir persecuciones en la etapa colonial británica, cuando Zambia era Rodesia del Norte, logró vencer en las elecciones de 1964 al frente del Partido Unificado por la Independencia Nacional (UNIP) que él había creado. Se convirtió así, en 1964, en el primer ministro más joven de la Commonwealth británica. Como tal, negoció poco después en Londres la independencia del país y fue elegido primer presidente de la recién nacida república de Zambia.

Él sistema político implantado. por Kaunda -como en tantos países africanos- fue el de partido único. No es casual que, paralelamente a los éxitos del movimiento liberador de los negros en Suráfrica, se desarrollase en Zambia la lucha por el pluripartidismo. Kaunda acogió a Nelson Mandela en una visita a Zambia que fue una explosión de entusiasmo popular. Al mismo tiempo empezaron a surgir manifestaciones contra el Gobierno, por razones económicas y en demanda de libertad política. En 1990, Kaunda se decidió a aceptar el multipartidismo y convocar elecciones con participación de otros candidatos.

En esa lucha por el multipartidismo se destacó el nuevo presidente, Frederick Chiluba, formado políticamente en el terreno sindical. Después de su triunfo anunció su proyecto de construir una Zambia libre "de toda corrupción, represión y dictadura", precisamente los males de los que ha sido acusado el régimen de Kaunda. El futuro dirá hasta qué punto Chiluba satisface las esperanzas depositadas en él. En todo caso, el tránsito se ha hecho de forma modélica.