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Entrevista:

"La ley de seguridad nos lleva al límite de lo que querríamos que no pasara"

Pregunta. ¿Cuáles son los grandes retos que se ha planteado para su mandato de este cuerpo?Respuesta. Cerrar el proceso de evolución que la policía ha tenido desde que la Ley Orgánica de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad fusionó la Policía Nacional con el Cuerpo Superior de Policía. Es un proceso largo que se cerrará en estos años. Hay un problema muy serio de definición de la carrera profesional de los policías, quizá como consecuencia de ese proceso, que también me va a tocar cerrar. Hay otro problema de estructura de la propia policía y de adaptación a las necesidades sociales.

P. Usted se ha mostrado insatisfecho del rendimiento de la policía en la lucha contra ETA.

R. Evidentemente, la policía no está en su mejor momento. Pero eso no ha sido así siempre. Hay como unas vetas de información que se explotan en cada momento. Se debería organizar de otra forma que permita obtener más rendimiento de los recursos que tenemos. La estructuración de los servicios de información desde 1987 y su integración en las plantillas de cada jefatura no han sido las más correctas. Hay cierto desencaje de los servicios de información desde ese año y han perdido cierto nivel, no de eficacia, sino de estar en la primera línea.

P. ¿En qué se traducirá ese esfuerzo extra en la lucha contra ETA prometido por Francia?

R. Nosotros querríamos un incremento de los efectivos, porque traspasar más información, teniendo en cuenta que la mayor parte de la actividad está allí, sólo aumentaría nuestra frustración. Saber que están, dónde están y cómo se mueven, pues no me lo cuente. Cójalos. De manera que lo único que cabe es que actúen. Que tengan más gente. Más información es dificil que les podamos pasar, porque precisamente lo que se les ha ofrecido es más información. Mayor número de funcionarios, porque ése es el éxito siempre.

P. ¿Hay puntos en la Ley de Seguridad Ciudadana que le chirrían a usted, antiguo liberal?

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R. Es un ley que nos pone a todos, incluido al propio ministro, en el límite de lo que todos querríamos que no pasara. La policía, en el asunto de los registros domiciliarios, va a actuar bajo control judicial, aunque sea posterior. Cuando pensamos en la inviolabilidad del domicilio, pensamos en el nuestro, pero hay domicilios que son tiendas de venta de droga.

En cuanto a la conducción a comisaría de ciudadanos sobre los que pese sospecha policial para su identificación, no me parece preocupante desde el punto de vista teórico. Si ese instrumento se usa de manera torticera habrá que reflexionar una vez más. Que los informes policiales tengan presunción de veracidad ni siendo director de la policía me parece bueno. Lo que pasa es que muchas veces los informes de la policía parece que gozan de presunción de no veracidad, que también me parece mal.

P. Los ciudadanos se movilizan, incluso con violencia, contra los pequeños narcotraficantes. ¿Ocurre esto por ineficacia o insuficiente presencia policial?

R. Creo que son las dos cosas. No tenemos el número de policías suficientes para estar prestando esta labor de policía de barrio que demanda la sociedad en algunos casos; por consiguiente, no tenemos ese policía de barrio en las grandes aglomeraciones urbanas. Esas reacciones son tanto de mayor demanda de seguridad policial como de hasta dónde la sociedad está empezando a hacer repulsa de este fenómeno. Necesitaríamos unos 10.000 agentes más para atender todas las nuevas demandas.

P. Sorprende ese déficit, cuando la policía estatal será sustituida en algunas labores por policías autonómicas.

R. Tenemos una proporción puramente, matemática basada en que los policías trabajen el número de horas que debe ser el horario de los funcionarios públicos y que determinadas horas se deben dedicar a la formación. Si además queremos cubrir solventemente servicios de seguridad ciudadana que suponen mucha presencia en la calle, en nuestros cálculos ése sería un óptimo razonable. El repliegue de la policía en el País Vasco lo es en determinadas funciones, pero hay que mantener otras como documentación o Policía Judicial para delitos de ámbito supracomunitario. Por tanto, tras el repliegue, todavía seguirán 1.500 o 1.600 policías en el País Vasco.

P. ¿Se potenciará la Policía Judicial y la persecución de los delitos económicos?

R. Creo que hay dos temas relacionados con la seguridad del Estado que la policía no ha trabajado porque no ha tenido las condiciones para hacerlo, como son la investigación de los delitos informáticos y los económicos. En el futuro, quiero fortalecer los servicios de información y de análisis de información, y abrir la actividad policial a otro tipo de delitos, como los citados o el tráfico de armas.

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