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LA FUSIÓN DEL BANCO CENTRAL Y EL HISPANO AMERICANO

El BCH recibirá las exenciones fiscales este año

El Banco Central Hispano americano (BCH) ha recibido el compromiso de la Administración de contar con las exenciones fiscales por la fusión de los bancos, Central e Hispano antes de fin de año, según han asegurado los responsables de las dos entidades. Las exenciones máximas que podrán recibir se sitúan en 92.150 millones de pesetas, consecuencia de unas plusvalías afloradas por la integración, que alcanzan 269.000 millones de pesetas.

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Los bancos, por su parte, se han comprometido con la Administración a cerrar todos los pormenores de la fusión en los dos meses que quedan para terminar el ejercicio. Según los presidentes del Central e Hispano, Alfonso Escámez y José María Amusátegui, será, precisamente, la concesión de las exenciones fiscales lo que representará el punto final de la fusión.Las exenciones fiscales se .calculan sobre las plusvalías afloradas por la fusión. Para hacer el cálculo se toma el 35% de esas plusvalías afloradas pudiendo beneficiarse la nueva entidad de hasta el 99% de esta última cantidad. El 35% de las plusvalías afloradas es 92.150 millones de pesetas, por lo que el tope máximo que pueden alcanzar las exenciones fiscales se sitúa en 91.229 millones de pesetas. En cualquier caso, será el Ministerio de Hacienda el que decida si concede el total legal o lo regula a un porcentaje inferior.

Todo depende del mayor o menor grado en que se cumplan los requisitos por los que se conceden beneficios fiscales (interés general para la economía nacional; para el sector; para los accionistas de las entidades al revalorizar el patrimonio y para la estabilidad del empleo, entre otras). En cualquier caso, de los 269.000 millones de plusvalías afloradas (174.200 por el Central y 94.800 por el Hispano), 220.000 millones van a incrementar los fondos propios, ya que 49.000 se destinan a cobertura de compromisos con el personal en materia de pensiones y a dotación de fondos genéricos y especiales.

Un banco con vocación mixta

"El grupo industrial va a estar en manos de don Alfonso y yo de la mano de don Alfonso voy a donde sea". Dijérase que José María Amusátegui estaba esperando una pregunta que le pudiera permitir hacer estas manifestaciones ante los periodistas y, sobre todo, ante Alfonso Escámez, con el que compartirá las riendas de la fusión de los bancos Central e Hispano como presidente solidario. El caso es que lo pudo decir para asegurar que el nuevo banco tendrá una vocación mixta (financiera e industrial) y que no está dispuesto a constituir una corporación industrial para agrupar todas sus participaciones empresariales.Alfonso Escámez, que se encargará de todo el grupo industrial del nuevo banco, subrayó que no tenía sentido crear una corporación. El actual presidente del Central aseguró que los que habían hecho eso -en referencia clara al Banesto- buscaban plusvalías. "Lo importante es tener un grupo industrial sólido", manifestó.

Con esa filosofía, Alfonso Escámez se encargará de controlar directamente las empresas industriales y aseguradoras del grupo con especial predilección por la petrolera Cepsa -se ha acondicionado el despacho en la sede de esta empresa- y la aseguradora Banco Vitalicio. Ayer mismo, tras la junta general extraordinaria, declaró que el nuevo banco pretende constituir un holding, en el que se engloben, además de Vitalicio, La Estrella y La Vasco Navarra. Las tres juntas copan el 8% de la cuota del mercado de este sector.

Las empresas del grupo alcanzan una facturación de dos billones de pesetas y representan el 4% del Producto Interior Bruto (PIB) español. Además de las participaciones mencionadas, el BCH cuenta con participaciones destacadas en Dragados y Construcciones, Aceites y Proteínas, Arlesa, Campofrío, Azucarera, Unión Naval de Levante, Vallehermoso, Bami, Técnicas Reunidas, Moto Vespa, Duro Felguera, Viajes Marsans, Unión Resinera... (véase EL PAÍS de ayer).

En cualquier caso, la referencia de Amusátegui a su confianza viajera en Escámez no es gratuita. El futuro hombre fuerte del BCH -aunque procede del sector industrial: Campsa, INH...- vivió, como vicepresidente del Banco Hispano, una etapa de enajenación de participaciones industriales bastante intensa que le alejaron de la industria. Estas ventas permitieron que su banco, entonces presidido por Claudio Boada, mejorase sus cuentas de resultados. El Hispano Americano, no obstante, mantuvo cierta presencia, y en muchos casos significativa, en algunas empresas.

Pero eso no evita que la fusión aglutine dos conceptos distintos de entender la banca. El Central ha fortalecido sus participaciones industriales, mientras el Hispano ha preferido ir hacia las finanzas.

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