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UN PLENO POLÉMICO

Dos concejales del PP salen del pleno "con permiso" para no votar en contra de su grupo

Juan Antonio Carbajo

Se acabó el juego limpio. El debate político del pleno municipal de ayer se enmarañó con veladas acusaciones, amenazas y alusiones a la vida interna de cada partido. En medio estaba la adjudicación de un híper de Aluche, un punto en el que se ausentaron dos concejales del equipo de gobierno popular para no tener que votar en contra de su grupo. "Tenían permiso del alcalde", aseguró el portavoz del PP. "Es un precedente peligrosísimo", comentó otro edil popular.

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El pleno empezó 45 minutos tarde. Cuentan los concejales del PP que la puntualidad no es la mejor virtud del alcalde José María Álvarez del Manzano, pero ayer tenía una disculpa para retrasarse: intentar que su grupo político no se rompiera a las primeras de cambio. Antes de comenzar la sesión, el alcalde se reunió con sus concejales Venancio Mota y Manuel Martínez- Blanco, que habían decidido no apoyar a su grupo en la adjudicación del híper a la coalición Centros Shopping-Asociación de Comerciantes del Suroeste. Y lo consiguió. No votaron en contra -que habría significado una derrota del PP-, pero tampoco lo hicieron a favor. Cuando llegó el punto de la polémica, Venancio Mota salió disparado del salón de plenos. Martínez-Blanco aguantó unos minutos más, hasta que el presidente de la Asociación de Comerciantes de Aluche, cuya oferta apoyaban los dos fugados, terminó de leer una carta abierta a los concejales.

Según explicaron la semana pasada -ayer no quisieron hacer declaraciones-, Mota, que es comerciante, y Martínez-Blanco, que fue presidente del distrito de Latina (al que pertenece Aluche), piensan que su partido tenía un compromiso con los tenderos de la asociación desde que en 1988 se planteó el proyecto.

El primer teniente de alcalde, Luis María Huete, no quiso dar margen para que la oposición se cebara en su mermada mayoría: "Tenían [Mota y Martínez-Blanco] permiso del alcalde para ausentarse", comentó. Sin embargo, los compañeros de Mota y Martínez-Blanco no se quedaron satisfechos. "Es un precendente peligrosísimo", comentó uno de ellos. "Algo habrá que hacer", dijo otro. De momento, el grupo mixto sigue vacío.

Los evadidos, al menos, evitaron la tormenta que se desencadenó después. Atrincherados en la tribuna de invitados estaban los representantes de los 400 comerciantes del barrio que se quedaron sin híper. Uno de ellos se buscó la expulsión directa del pleno al levantarse indignado para gritar "traidor y embustero" a Huete. Los tenderos insisten en que el concejal popular les prometió hace dos años que el proyecto era suyo y que por eso se embarcaron en "una aventura [elaboración de un proyecto, constitución de la sociedad] que ha costado a cada comerciante medio millón de pesetas", según contaron.

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El "chiringuito"

El tendero expulsado terminó su faena entre los brazos de la policía gritándole a Huete: "¡Afrancesado!". Quizá porque la firma adjudicataria pertenece a la multinacional francesa Continente.A Francisco Herrera, portavoz de Izquierda Unida, no le convencieron las razones "técnicas" de la adjudicación alegadas por el concejal de Urbanismo José Ignacio Echeverría. "No le podernos creer... si ni siquiera la totalidad de su grupo le cree".

A Herrera, que quería evitar la lucha, le metió Huete de cabeza en la batalla cuando dijo: "Carrillo ha dicho que IU es un chiringuito". "Vamos a empezar a tratarles como ustedes a nosotros", repuso Herrera, que es la tercera vez, según afirmó, que aguanta una intromisión en la vida interna de IU.

El portavoz del PSOE, Juan Barranco, enlazó la adjudicación del híper con otros puntos del orden del día: la autorización a Hipercor para que levante un centro junto a la M-40 y la N-II y varias modificaciones del Plan General de Urbanismo. "Se amplía la edificabilidad de algunas zonas y se permite la construcción de híper donde no estaba previsto. Todo ello genera plusvalías de las que alguien se está beneficiando", dejó caer Barranco. Y siguió: "¿Por qué no revisan de una vez el Plan General de Urbanismo en vez de ir generando operaciones que no sabemos a quién benefician?". Barranco recordó al PP que la "mayoría absoluta no basta para legitimar una decisión", porque la Comunidad de Madrid debe ratificar las modificaciones del plan general que realiza el Ayuntamiento. Eso enfadó al alcalde: "El buen juicio del presidente de la comunidad [el socialista Joaquín Leguina] evitará que esas palabras sean una amenaza. No apele a una segunda instancia partidaria".

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