_
_
_
_
_

Borrell: "La M-40 es un anillo vital para Madrid"

Juan Carlos Sanz

El ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, aprovechó la mañana del domingo para cortar la cinta del tramo este de la M-40, que alarga hasta un total de 33,5 kilómetros la nueva ronda de la capital. Ante la polémica sobre el cierre de esta autovía por el límite del monte de El Pardo, Borrell aseguró que la construcción del anillo de circunvalación es "vital". Poco después, el ministro recibió un baño de multitudes en la inauguración de la nueva línea de cercanías de Tres Cantos, donde 3.000 vecinos saludaron con euforia la llegada del tren. El tramo de autovía abierto ayer al tráfico, de 7,8 kilómetros de longitud, conecta las carreteras radiales de Valencia (N-III) y de Barcelona (N-II). Obras Públicas prevé que registrará una circulación media de 70.000 vehículos diarios. Las obras se han retrasado cinco meses sobre el calendario previsto por la presencia en la zona de un poblado de chabolas, que ahora son las únicas edificaciones que flanquean esta parte de la M-40.

Borrell reconoció que el proyecto de cierre de la M-40 en su tramo norte plantea "dificultades técnicas importantes". La construcción de túneles a cielo abierto agravaría, a su juicio, el impacto ambiental de las obras en el monte de El Pardo.

"Naturalmente, la M-40 se va a cerrar; es un anillo vital para la circulación de Madrid", aseguró el titular de Obras Públicas, antes de precisar que las soluciones "se estudiarán con mucho cuidado".

Borrell se trasladó poco después a la estación de Chamartín para dirigirse, junto con la presidenta de Renfe, Mercé Sala, a la nueva línea férrea de Tres Cantos, municipio de 15.000 habitantes que ha quedado ahora enlazado con el resto de la red de cercanías.

Unas 3.000 personas se agolparon en la estación de Tres Cantos para recibir con banda de música la llegada del tren a la localidad, en un acto inusual a finales del siglo XX. Borrell y Sala se dieron prisa en regresar a Madrid, 30 minutos antes del horario previsto, en el mismo convoy que les llevó hasta Tres Cantos. El presidente de la Asamblea de Madrid, Pedro Díaz; el consejero de Transportes, Julián Revenga, y tres docenas de altos cargos de la Comunidad y de Renfe se quedaron tirados en el andén hasta que, cerca de las tres de la tarde, otro tren pudo conducirles hasta Chamartín.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_