"La ley italiana ha favorecido a Berlusconi"

Enrico Manca, diputado socialista italiano, preside una de las de instituciones públicas más controvertidas de su país: la Radio Televisión Italiana (RAI), un conglomerado audiovisual de 14.000 empleados y más de 20.000 colaboradores, controlado por democristianos, socialistas y comunistas, que hace 16 años se repartieron cada uno de los tres canales de la cadena pública. Desde hace un año, la RAI camina bajo la tutela de una ley de televisión que reguló un mercado libre por el que las privadas campearon a su antojo durante doce años. Enrico Manca y el director general de RTVE, Jordi García Candau, suscribieron ayer en Madrid una declaración conjunta para colaborar en la compra de derechos deportivos, series y películas, producciones de EE UU y coproducciones bilaterales.Pregunta. La ley de televisión garantizó a Silvio Berlusconi el monopolio de las privadas. Los socialistas apoyaron al magnate, pese a la tenaz oposición de los democristianos. ¿Se ha demostrado que Berlusconi fue el gran beneficiado?

Respuesta. Evidentemente ha favorecido a Berlusconi. Él tiene las grandes cadenas privadas y al conseguir los programas en directo [hasta la promulgación de la Ley las privadas no podían ofrecer acontecimientos en directo] ha salido ganando en vivacidad y espectacularidad. Pero, en términos generales, ha favorecido a todos, porque ha establecido las reglas del juego. Se ha regulado un mercado que era bastante salvaje.

P. ¿Cómo se define la estrategia de una televisión compartida por democristianos, socialistas y comunistas?

R. Hasta 1975, cuando la RAI fue reformada, la Democracia Cristiana tenía un predominio absoluto. Aquel año accedieron los socialistas y los partidos menores. Con el tiempo, por primera vez en la historia, se dio la gestión de una cadena al primer partido de la oposición, el ex Partido Comunista Italiano. No consistía en dar un canal a cada partido; digamos que cada canal es más sensible a las tendencias de un partido. La ecuación no es tan sencilla. Es verdad, la televisión está demasiado politizada; es demasiado evidente. Hay que hacer otra reforma.

Reforma de la RAI

P. ¿Cuáles serían las líneas de esa reforma?R. El Consejo de Administración no sería nombrado por las dos cámaras, sino por el accionista de la RAI, el IRI [instituto nacional de industria italiano]. Al ser elegido por las cámaras el Consejo ha sido siempre un pequeño parlamento. También habría que superar la división entre los tres partidos fundamentales, especializando cada segmento de la programación. Por ejemplo con unos telediarios más informativos, otros más culturales y otros para los jóvenes.

P. Federico Fellini ganó su batalla contra los cortes publicitarios de las películas en el parlamento. ¿Cómo entiende que en la RAI y el grupo Fininvest hayan aumentado un 11,3% sus inversiones publicitarias?

R. Hay que distinguir entre proteger una obra cultural de Fellini u otros directores culturales y las películas comerciales, que a veces no se merecen ser respetadas hasta el punto de no ofrecer publicidad.

P. Usted diferencia los públicas de las privadas, pero los telespectadores han acusado a la RAI de imitar a Berlusconi.

R. Tenemos una cuota de audiencia del 50%; Berlusconi tiene el 38% y el resto el 12%. Hemos gestionado la RAI con los criterios de las privadas. El esqueleto de la RAI es la información y la cultura, pero no damos la espalda al entretenimiento.