La esperanza de una tregua retorna a Yugoslavia
Escoltado por soldados del Ejército federal yugoslavo, un grupo de prisioneros croatas marcha hacia una base militar cercana a la ciudad de Banjaluka, en la vecina República de Bosnia-Herzegovina. La lógica de la guerra, que el pasado lunes había alcanzado al palacio presidencial de Zagreb, volvió a resquebrajarse ayer con el acuerdo de un alto el fuego general alcanzado en Zagreb entre el Ejército federal y Croacia, bajo supervisión de la delegación de la Comunidad Europea (CE), presidida por el holandés Dirk Jan van Houten. Ante la posibilidad del acuerdo, la CE prolongó el ultimátum que, de cumplirse, hubiera roto definitivamente los vínculos de los Doce con Yugoslavia. Falta comprobar que el acuerdo alcanzado se materialice en el escenario bélico.
Páginas 2 y 3
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