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La Policía Municipal sólo multará a los que se pinchen en la calle

Ana Alfageme

El bando antidroga del alcalde aún no se ha hecho cumplir. La Policía Municipal recibirá mañana, previsiblemente, la consigna de empezar a controlar el consumo callejero imponiendo multas sólo a los que se pinchen y por una cuantía máxima de 25.000 pesetas. El concejal de seguridad ignora en que casos se impondría la sanción de 2,5 millones.

Pincharse en las calles de Madrid va a costar de momento entre 10.000 y 25.000 pesetas. Mañana los policías municipales recibirán oficialmente la consigna de hacer cumplir el bando dictado por José María Álvarez del Manzano y empezarán a imponer sanciones a los consumidores públicos de droga.Quienes fumen porros o heroína en la vía pública pueden respirar. Quedarán libres por el momento de las sanciones de los municipales, según anunció ayer Carlos López Collado, concejal de Seguridad. Este edil se reunió en la tarde de ayer con los mandos de la Policía Municipal para determinar "una aplicación realista" del bando, que se tradujo en la asignación de efectivos policiales en determinadas zonas. "En ellas", aseguró el concejal, "se concentran la delincuencia, el tráfico y el consumo de drogas".

Pese a que el cuadro de sanciones no está establecido, López Collado adelantó que ser sorprendido pinchándose droga en la calle no le costará al adicto más de 25.000 pesetas, más otras 15.000 si abandona la jeringa en la vía pública. "Es una sanción realista", añadió. "Cualquier adicto dispone de una cantidad así, aunque, evidentemente, prefiere gastárselo en droga". El edil dijo desconocer en qué supuesto se puede multar con dos millones y medio de pesetas, cantidad prevista en la legislación sobre salud pública a la que hacía alusión el bando municipal.

Los agentes llevarán tarjetas con los teléfonos municipales de asistencia al toxicómano y se encargarán del traslado de los drogadictos a centros asistenciales, según el concejal.

Ochocientos sesenta policías de las Unidades de Seguridad dela Policía Municipal -de los 4.000 efectivos del cuerpo- serán los encargados de denunciar a los yonquis callejeros.

La multa, gestionada por el área de Sanidad del Ayuntamiento, seguirá idéntico proceso que cualquiera de las sanciones por aparcar mal o verter escombros; es decir, si el sorprendido no paga, "se podría llegar al embargo de la cuenta bancaria", por ejemplo.

López Collado recalcó que el bando no persigue fines recaudatorios, "sino conseguir que disminuya el tráfico y consumo de drogas en determinadas áreas secuestradas por los drogadictos y, además, proteger la salud de la mayoría". El edil anunció para hoy una rueda de prensa en la que aportaría a la opinión pública datos más precisos sobre la aplicación práctica del bando del alcalde.

El alcalde, en Barcelona

Por otra parte, el problema de la droga en las grandes ciudades fue uno de los temas que abordaron ayer el alcalde de Madrid, el conservador José María Álvarez del Manzano, y su homólogo de Barcelona, el socialista Pascual Maragall. El encuentro sirvió, además, "para intercambiar opiniones sobre temas comunes, un hecho que siempre da buenos resultados", según explicó Álvarez del Manzano tras la reunión.Ambos alcaldes abordaron también la inseguridad ciudada na que genera la droga y el pro: blema de la inmigración. El alcalde, que aprovechó su visita a la ciudad Condal para visitar las instalaciones de los Juegos Olímpicos, recordó que el Ayun

miento de Madrid gasta anualmente unos 800 millones en larehabilitación de drogadictos. No obstante, es previsible que los agentes municipales madrileños tengan problemas para remitir a los multados a los centros de rehabilitación.

El Ayuntamiento dispone de seis centros de atención a drogodependientes (CAD), que atienden a 1.620 drogadictos, y ha paralizado la construcción de tres más, en La Latina, Centro y Fuencarral, proyectados por el anterior equipo municipal. En dos de ellos existe lista de espera, según reconoció la concejala de Asuntos Sociales, Ana María García Armendáriz. En octubre del año pasado se necesitaban 500 plazas más.

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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