¿Por qué América?

Se podría preguntar a Carmen Cortés qué necesidad tenía -aparte el oportunismo del V Centenario del Descubrimientode aquel continente- de buscar inspiración en América, en los llamados cantes de ida y vuelta, si aquí están la soleá, la rondeña, la siguiriya, los tangos, las bulerías. Estilos éstos sobre los que construye su gran baile, su baile poderoso, dramático o festivo, imaginativo, original, constante manantial de belleza absoluta.Fue aquí, en esta parte, donde Carmen hizo, creaciones memorables, especialmente en la soleá y en la rondeña-siguiriya. Baile impresionante, impregnado de un hálito de tragedia que trasciende la pura mecánica de la danza. Carmen Cortés tiene máscara, que ayuda a la asunción del baile en su totalidad, dándonos una imagen indisociable de lo que su baile transmite.

Contemplada junto a este baile eminente, la parte dedicada a los cantes de ida y vuelta se nos viene irremediablemente abajo. No están a la altura del propio baile de la Cortés, ni ensu línea. Son géneros airosos, de una flamencura sólo relativa, sin casi tradición en el baile, sin jondura. No van con el estilo personal de esta bailaora de expresión dura, tremendamente dramática, que no puede sentirse identificada con ellos.

Un excelente grupo colabora con entusiasmo en esta empresa de Carmen Cortés. Excelentes guitarristas, cantaores y el baile de Antonio Canales, especialmente en una farruca muy personal.