Televisión Española despide al jazz

El equipo del programa de TVE-2 Jazz entre amigos recibió con sorpresa el pasado 18 de septiembre escuetas y frías cartas de despido. Fue la primera noticia que tuvieron sobre la no continuidad de un espacio que ha permanecido en antena durante siete años.

Televisión Española ha despedido sin ninguna explicación, ni verbal ni escrita, el espacio Jazz entre amigos. Nadie logra entender por qué un programa que figuraba entre los más veteranos que haya emitido nunca el Ente desaparece cuando había logrado consolidar un nivel de audiencia aceptable para un espacio de sus características y mantener un tono general de calidad muy por encima del que los escasos recursos económicos le permitían.Únicamente el presentador y guionista, Juan Claudio Cifuentes, permanecerá el tiempo necesario para completar el material rodado aún pendiente de emisión. El último programa se emitirá probablemente hacia finales de este año.

Si no se rectifica, detrás quedarán siete años de dedicación al jazz, casi 350 programas consagrados a la difusión de una música cuyo único pecado parece consistir en no atraer publicidad con la misma facilidad con que la consiguen otros espacios zafios que zumban por las pantallas de los televisores españoles.

Geranio doméstico

Perdidas quedarán las oportunidades de los músicos locales para darse a conocer y las valiosas cintas grabadas con entrevistas y actuaciones de figuras desaparecidas, como Stan Getz, Dexter Gordon o Miles Davis.El 3 de octubre de 1984 se emitía por primera vez Jazz entre amigos. Ni los más optimistas del lugar le auguraban un porvenir risueño, pero la gente del jazz está acostumbrada a nadar contra corriente, y la empresa empezó a funcionar a pesar de los frecuentes cambios de hora, día e incluso de cadena. Contaba con un equipo entusiasta que a menudo se excedía en sus cometidos con tal de dar mayor contenido y variedad a los 60 minutos que duraba la aventura semanal. Así consiguió llevar al estudio a músicos como Clark Terry, Joachim Kuhn, Paul Bley o Abdulah Ibrahim, y acudir a Nueva York y a otras ciudades de tradición jazzística con un presupuesto que empezó siendo inferior al millón de pesetas por programa y que últimamente lo superaba por poco.

Como dice Juan Claudio Cifuentes, Jazz entre amigos ha sido para TVE como el geranio doméstico al que no se presta atención hasta que se repara en lo bien que está floreciendo a pesar de lo poco que se le riega. Ni esa mínima atención parecía merecer ayer domingo que se emitó el programa que celebraba su séptimo aniversario; si nadie lo remedia, el último.