La CE romperá con Yugoslavia si no cesan los combates hoy mismo
La Comunidad Europea firmó ayer "el acta de defunción de la vieja Yugoslavia", según declaró gráficamente el ministro español de Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez. Los responsables de la diplomacia comunitaria lanzaron ayer un tajante ultimátum para que antes de la medianoche de hoy cesen por completo las hostilidades. En caso de que esto no ocurra, y realmente nadie lo cree posible, el acuerdo de cooperación y comercio quedará suspendido. De este acuerdo, cuya anulación habría de aprobar el Parlamento Europeo, depende el 60% de sus exportaciones.
Los responsables de la diplomacia comunitaria, reunidos ayer en Haarzuilen (Holanda), dan por sentado que el desenlace de esta sangrienta crisis "será el establecimiento de nuevos Estados como resultado de un proceso pactado". De todas las repúblicas yugoslavas, la más occidental de todas es la que marcha en cabeza: a partir de hoy, Eslovenia se considerará una nación independiente, y su presidente, Milan Kucan, estrenará el pasaporte número 000001.Por si hubiera alguna duda de que tanto serbios (con el apoyo del Ejército federal) como croatas están decididos a dejar que sean las armas las que fijen el desenlace de la guerra la jornada dominical no registr5 tregua alguna en los bombardeos mutuos por tierra y aire.
La CE se siente impotente ante la crisis yugoslava. La lógica de la guerra se impone a la de la diplomacia. Una vez venza el ultimátum comunitario, los Doce deberán decidir si retiran o no a sus embajadores en Belgrado y si abren la puerta al reconocimiento de las repúblicas que así lo deseen. De hecho, se prevé la continuidad de relaciones con aquellas que no recurran a la violencia.
El general yugoslavo Andrea Razeta, jefe de la V Región Militar, que cubre la mayor parte de Croacia, declaró ayer a EL PAÍS que la llamada a la movilización general hecha por el presidente croata equivale a la declaración de guerra total.
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