Los integristas magrebies provocan un enfrentamiento entre Argel y Túnez

Argelia y Túnez están enzarzados en una polémica diplomática provocada por las actividades de las organizaciones integristas islámicas, que preparan de nuevo su asalto al poder tras el paréntesis vivido durante el verano como consecuencia de las condiciones políticas excepcionales. La polémica se inició en Túnez, donde el Gobierno aseguraba haber desarticulado una ambiciosa operación paramilitar, planeada desde Argelia, con la que se intentaba asesinar al presidente de la república, Zin Ben Alí.

La supuesta implicación de Argelia en el compló ha motivado la respuesta y el desmentido del Gobierno de Argel, mientras el Gobierno de este último país se enfrenta también a una espiral de movilizaciones integristas.En menos de cinco meses, los servicios de seguridad de Túnez aseguran haber desarticulado dos complós con los que se proyectaba derrocar y asesinar al presidente de la república, Zin Ben Alí. El primer compló se descubrió el pasado mes de mayo y se saldó con más de 300 detenciones, entre las que se encontraban diversos militares de graduación media, próximos al moviento islámico radical An Nahda.

Cinco meses más tarde, el ministro del Interior tunecino ha vuelto a anunciar la desarticulación de un segundo compló. Esta vez, según el ministro, se trataba de una operación mucho más compleja y ambiciosa que pretendía derribar el próximo 15 de octubre el avión presidencial con misiles de medio alcance lanzados desde Argelia. En esta operación se pretendía: además, siempre según el ministro, acabar con la vida del primer ministro, del presidente de la Cámara de los Diputados y de los ministros de Interior, Justicia y

Defensa.

El ministro Abdallah Kallel hizo estas revelaciones en el transcurso de una reunión de cuadros del partido gubernamental Rassemblement Constitutionnel Democratique (RCD), que ultimaba los detalles de las próximas elecciones legislativas y locales parciales. Aseguró que en esta operación se encontraban implicados al menos 23 integristas del movimiento An Nahda que se encuentran exiliados en Argelia.Las sorprendentes declaraciones del ministro del Interior dejaron atónitos a los dirigentes argelinos y a la clase política tunecina. La Administración argelina se ha apresurado a desmentir estas actividades, mientras que la oposición tunecina se ha mostrado incapaz de reaccionar y se ha cerrado en un hermético silencio. En el fondo, aseguran políticos tunecinos, este silencio esconde un profundo escepticismo hacia la política del Gobierno de Zin Ben Alí con respecto al movimiento integrista.

Reunión de cuadros

Mientras Túnez anunciaba la desarticulación del compló islamista, Argel empezaba a despertarse de un estado de sitio en el que se ha visto inmerso durante cuatro meses y que ha mantenido en el más estricto de los silencios al Frente Islámico de Salvación (FIS).

Los primeros síntomas de la oleada integrista que se avecina se observaron en la Asamblea Popular Nacional, donde los diputados, que discuten el nuevo proyecto de ley electoral, recibieron una carta de los dirigentes del FIS encarcelados en la que les amenazaban si continuaban colocando a la organización islámica fuera del marco político y les obligaban a apearse de las próximas elecciones legislativas.