El dolor inútil
El sufrimiento físico sólo representa un tercio del padecimiento del enfermo, aseguran los especialistas
El primer Congreso Internacional de la Sociedad Española del Dolor, que se acaba de celebrar en Toledo, ha puesto de manifiesto que el sufrimiento es inútil y que su tratamiento específico es una especialidad casi desconocida tanto para médicos como para pacientes. "Antes cada uno se iba a casa con su dolor, pero ahora no tiene por que ser así. El dolor no hace mejor a nadie y lleva al enfermo hasta la desesperación", afirma Enrique Reig, organizador del congreso, al que han asistido los responsables de las aproximadamente 50 unidades del dolor que existen en hospitales públicos de España.
"Nunca mejor dicho unidades, porque, aunque deberían estar dotadas con varios especialistas, son atendidas por un solo médico y a veces a tiempo parcial. La postura de la Administración podría resumirse así: sin portarse mal, nunca se ha portado bien", se lamenta Enrique Reig, jefe de la Unidad para el Tratamiento del Dolor de la clínica Puerta de Hierro de Madrid, que cuenta cómo el padecimiento llega a convertirse en la única preocupación del paciente, hasta el punto de desear la muerte antes de continuar sufriendo. "Yo he visto blasfemar hasta a los más católicos", comenta.Por esta unidad pasan 500 enfermos nuevos al año y aproximadamente 3.000 para tratamientos de revisión. La mayoría de ellos padecen procesos cancerosos y dolores generalmente "incapacitantes, inservibles", dice Reig, marcando la diferencia con el llamado "dolor benigno" referido a enfermedades que no comprometen la vida y que además tiene valor diagnóstico de posibles patologías.
Entre el 60% y el 70% de los tumores cancerosos cursan con dolor, la mitad de ellos de forma muy intensa y especialmente si afectan al páncreas o a los huesos. Pero además existen otros tipos que pueden llegar a ser incapacitantes debidos a herpes, neuropatías, problemas psíquicos y traumatismos. Una ponencia presentada en el congreso recuerda que los traumatismos son la primera causa de muerte en menores de 40 años.
Buen diagnóstico
En el caso de los cánceres, hasta el 80% de los enfermos pueden ser aliviados del dolor en estas unidades especiales. "Lo importante", explica Reig, "es conocer sus causas y hacer un buen diagnóstico". El tratamiento actualmente se basa en cinco procedimientos según su origen: medicación, estimulación eléctrica, bloqueos nerviosos, neurocirugía y apoyo psicológico con un grupo de técnicos especializados.Jaime Sanz Ortiz, oncólogo y responsable de la Unidad de Cuidados Paliativos del hospital Valdecilla de Santander, tiene especial fe en estos últimos. "¿Y sabe por qué? Porque el dolor fisico no supera el 33%. Existe otro 33% que es psicológico y otro 33% social. El abandono, el despecho y la soledad pueden hacer bajar increíblemente el umbral del dolor", explica. Su receta es "escuchar, atender y mantener la esperanza del enfermo, pero sin mentirle".
El objetivo es procurar una agonía digna al enfermo. Si se consigue, los médicos aseguran que la mayoría de sus pacientes descartan la idea de la eutanasia.
Uno de los tratamientos terapéuticos más utilizados para dolores crónicos consiste en la aplicación de morfina, especialmente mediante modernas técnicas que permiten bombear pequeñas dosis diarias al cerebro del enfermo. "Una de las grandes novedades terapéuticas de este siglo", asegura Reig. "Es utilísima porque con pequeñas cantidades y aplicada directamente en la médula anula el dolor por completo". Tanto Sanz Ortiz como Enrique Reig protestan por las trabas burocráticas que tienen los médicos para recetar morfina, una de ellas es poseer un recetario especial que además costean ellos mismos.
"El problema en los últimos tiempos", continúa Reig "está en el miedo de que la morfina se desvíe para otros usos, pero yo puedo asegurar que en Puerta de Hierro nunca se ha registrado un solo caso de desvío". "Las propias familias del enfermo son las primeras interesadas en hacérsela llegar", añade Reig.
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