No era un incendio
500 bomberos acudieron al estreno de la película 'Llamaradas'
La noche del jueves en el cine Gran Vía parecía que algo estaba ardiendo: más de 500 bomberos, unos de uniforme y otros impecablemente vestidos, invadían la sala. No era un incendio, sino sólo Llamaradas, película norteamericana dedicada a los bomberos, que se estrenó allí esa noche. Robert de Niro, el bombero más listo de Chicago, dijo: "Aquí sólo valen los buenos bomberos". Sus colegas madrileños aplaudieron.
A los policías les gustan las películas de policías, a los periodistas las de periodistas y a los bomberos las de bomberos. Diego Gallardo, soltero y subinspector jefe de la zona sur de Madrid, comentó a la salida del cine: "Aunque la película es muy real, exagera un poco. El fuego es un enemigo que para dominarlo tienes que conocerlo. He salvado vidas: recuerdo especialmente una noche en la que salvé a dos chavales cerca de la M-30; y otra, hace cuatro años, en la que perdí a 10 compañeros en un incendio de la calle de la Montera".Había el jueves en la entrada del cine Gran Vía tres relucientes dotaciones de bomberos exhibiendo sus aparatosas escaleras y mangueras. La Sociedad Benéfica del Cuerpo de Bomberos de Madrid repartió 900 invitaciones a los bomberos, que en su mayoría acudieron perfectamente uniformados. "Los de Chicago actúan igual que los de Madrid", dijo Antonio Bueno, ya retirado y administrador de la sociedad, que ha dotado de bibliotecas a 12 parques de Madrid para entretener las guardias.
La película, con unos espectaculares efectos especiales, es un homenaje a los bomberos norteamericanos, 1.270.000, según la película. En la versión doblada al castellano se incluye la cifra de bomberos que hay en España: 13.480 más 2.800 voluntarios. Dice la publicidad de la cinta: "Ser bombero es más duro que ser soldado, más peligroso que ser poli y más sacrificado que ser médico. ¡Bienvenido al cuerpo de bomberos!". Los aplausos al final de la proyección echaban chispas que apagaba el moqueo de las consortes de los bomberos.
Tradición familiar
"Entre los bomberos españoles hay mucha tradición familiar", comentó Luis Alfonso, de 33 años, que esa misma noche estaba de servicio. "Igual que en la película, es muy común que los bomberos sean hijos de bomberos. Cuando te metes en un fuego no sientes nada. El miedo no existe y si piensas en él es cuando has salido de él", añadió.La verdad es que los bomberos de Llamaradas (Robert de Niro, William Baldwin y Kurt Russell) no se parecen mucho a los madrileños. Pero tampoco los policías se parecen a Los hombres de Harrelson. En cambio, las esposas reales y de ficción sí se parecen: cuando la actriz Jennifer Jason Leigh le susurra muy seria a su novio bombero que le enseñara su manguera nadie se rió.
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