Pedrol dimite y convoca elecciones en las que se propondrá sucesor de sí mismo
A sus 81 años, Antonio Pedrol Rius, decano del Colegio de Abogados de Madrid y presidente del Consejo General de la Abogacía, anunciará hoy su dimisión y la apertura de un proceso electoral en el que, según declaró anoche a EL PAÍS, se reserva su "libertad" de presentarse o no. Pedrol cumple así el compromiso de mantenerse dos años en el cargo, adquirido en diciembre de 1989, cuando derrotó a Manuel Jiménez de Parga en las elecciones a decano, pero no renuncia a la reelección como solución "democrática".
Tras las elecciones de 1989, en las que Pedrol obtuvo 9.275 votos frente a los 2.138 del catedrátIco de Derecho Constitucional Jiménez de Parga -su principal oponente y 20 años más joven que él-, el durante 16 años decano consideró conveniente que en los dos años restantes de mandato afloraran candidatos.Ya que no le correspondía nombrar "heredero", dibujó entonces el retrato-robot de su sucesor: "Un abogado sin ambiciones políticas- y dispuesto a entregar la mayor parte de su tiempo al colegio".
Ahora recuerda que a lo único que se comprometió al ser una vez más renovado como máximo dirigente de los abogados madrileños fue a "completar el mandato" truncado por los sucesos derivados del conflictivo congreso de Palma de Mallorca, que desencadenaron la dimisión de toda la junta de gobierno, dos años antes de culminar el periodo para el que fueron elegidos.
"Yo siempre cumplo"
Pedrol resaltó anoche a este periódico: "Yo siempre cumplo lo que prometo", en referencia a su dimisión y la convocatoria de nuevas elecciones. "Ésta es", dijo, "la solución más democrática". Sus detractores le acusan de no haber realizado el programa de reformas prometido. Pero el problema es ya quién le sucederá.Los dos años transcurridos no parecen haber generado ningún abogado con capacidad para derrotar a Pedrol en las urnas, y todos los intentos -especialmente el de los abogados afines al PSOE- para desbancarle han resultado fallidos. Pedrol no quiere hablar a estas alturas de delfines y recuerda que la última elección se convirtió en realidad en un plebiscito. Estima que con dimitir y convocar elecciones cumple su compromiso, pero no renuncia a presentarse de nuevo. "Son muchos compañeros los que me lo piden", afirma. "En todo caso hablarán las urnas".
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