El primer astronauta de Kazajstán

La misión espacial soviético-austriaca que fue lanzada en la mañana de ayer desde el cosmódromo de Baikanur, en Kazajstán, es la primera en la que vuela un astronauta representando oficialmente a una república soberana de la Unión Soviética. En el cosmódromo, por primera vez en la historia de los vuelos conjuntos, no ondeaban dos banderas estatales, sino tres: la de Austria, la de la URSS y la de Kazajstán.El kazajo Toktar Aubalcírov, el austríaco Franz Viehboeck y Alexandr Vólkov, nacido en Ucrania pero representante de la URSS en este vuelo, partieron ayer, a las 6.59, hora peninsular española, a bordo de la nave Soyuz TM-13 rumbo a la estación orbital Mir. Allí permanecerán una semana y regresarán junto con Anatoli Artsibarski, que vuelve a la Tierra después de pasar seis meses en el espacio. Sin embargo, la inclusión del piloto kazajo obligará a quedarse en la estación al ingeniero Serguéí Krikaliov, que se encuentra en órbita desde mayo y estaba previsto que regresara en este viaje. Vólkov también se queda y toma el mando de la estación espacial.

El pueblo kazajo ha tenido que esperar 30 años para ver cómo desde su tierra parte al cosmos un hijo suyo; durante tres décadas -desde 1961, cuando despegó el primer astronauta del mundo, Yuri Gagarin-, desde Baikanur partieron extranjeros y soviéticos de diferentes nacionalidades, pero ninguno de ellos era kazajo.

Tampoco esta vez debería haber volado un representante de Kazajstán: hace un año, los dirigentes del programa espa cial soviético declaraban que ya se habían aprobado todos los vuelos pilotados hasta fines de 1992 y que no había ningún puesto libre en las tripulaciones al estar todo calculado.

En unos meses, los cambios políticos ocurridos en la URSS han hecho modificar estos planes. Como resultado, el ingeniero de vuelo Alexandr Kareli ha tenido que quedarse en tierra. Su ausencia representa un riesgo añadido para esta misión espacial. Kazajstán, ahora república soberana, ha exigido como pago por el uso del cosmódromo de Baikanur la inclusión de Aubakirov en el vuelo.

Toktar Aubakírov nació hace 45 años en la provincia kazaja de Karagandá; comenzó a .trabajar a los 15 años como tornero en una fábrica y terminó siendo aviador de pruebas, por lo que ha merecido la máxima distinción en su país, el título de héroe de la Unión Soviética, después de ser el primer piloto que despegaba desde un portaaviones con un Mig 29.

Austria ha debido pagar por el derecho a enviar a su cosmonauta al espacio como tuvo que hacer Japón el año pasado, cuando uno de sus ciudadanos viajó también a la Mir. El precio del paseo cósmico de Franz Viehboeck asciende a unos 760 millones de pesetas, pero el coste total del programa científico denominado Austria Paz, que se llevará a cabo en el espacio, costará a los austriacos más de 2.000 millones.

Franz Vranitzky, canciller de Austria, viajó especialmente a Baikanur para presenciar el lanzamiento de la Soyuz. En el cosmódromo, además del presidente kazajo, Nursultán Nazarbáiev, estaban también altos dirigentes de las repúblicas soviéticas y del poder central.

La tripulación realizará en la estación orbital Mir una serie de experimentos médicos, tecnológicos y agrícolas, un programa de investigaciones geofísicas y también un estudio del deterioro del medio ambiente en la República de Kazajstán, cuyo peor ejemplo es la desecación del mar de Aral.