Los laboristas prometen penalizar a los británicos más ricos

Los laboristas británicos iniciaron ayer en Brighton, en la costa sur inglesa, su congreso anual, el último antes de la convocatoria de elecciones, con la promesa de incrementar los impuestos a los económicamente fuertes y ayudar a los menos favorecidos. El principal objetivo del congreso es disipar las dudas sobre la figura de Neil Kinnock, el líder laborista y aspirante a primer ministro, cuya personalidad no termina de obtener el respaldo del electorado.John Smith., ministro de Hacienda en la sombra y uno de los laboristas que más respeto suscita en el país y en la City, confirmó ayer el compromiso de su partido de incrementar del 40% al 50% el tope máximo de la fiscalidad sobre los ingresos y mantener el tope mínimo vigente del 25M, El objetivo es, según Smith, crear un sistema fiscal más justo en el que los económicamente fuertes paguen más para evitar que los más débiles se vean afectados por los incrementos fiscales al consumo y por la caída del gasto público. El primer año de un Gobierno laborista verá el incremento de ayudas por hijos, de pensiones y la creación de un salarlo mínimo, según Smith, quien señaló que será imprescindible alentar la inversión.

Smith criticó al primer ministro, John Major, por crear incertidumbre sobre la convocatoria de elecciones. Las dudas de Major tienen fundamento: unos sondeos dan mínima ventaja a los conservadores mientras otros favorecen a los laboristas, y, has ta hay alguno que iguala las in tenciones de voto. Todos indican, sin embargo, que Kinnock está lejos de ser un líder atractivo, por lo que su inmediata intervención ante los congresistas, y, por ende, ante la nación, equivaldrá a una dramática reválida.