El Poder Judicial, incluidos tres consejeros del PP, reprueba las declaraciones de su vicepresidente

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) acordó ayer por gran mayoría -17 de sus 21 miembros- desaprobar "en el fondo y en la forma" las declaraciones de su vicepresidente, José Luis Manzanares, en las que lamentaba la escasa operatividad de ese organismo. Tres de los siete consejeros propuestos, al igual que Manzanares, por el PP, apoyaron la desaprobación; el vicepresidente y otro vocal se abstuvieron, y los dos restantes no participaron. A pesar de la reprobación, Manzanares continuará en su cargo.

La nota aprobada ayer por el pleno del Poder Judicial dice textualmente: "El pleno del CGPJ está en desacuerdo con las repercusiones que han tenido al ser valoradas las manifestaciones del señor vicepresidente en el sentido de que 'el Consejo está muerto y nada aporta a la Justicia', expresiones que rechaza tanto en la forma como en el fondo, ya que el Consejo está ejerciendo con plena vitalidad, en su marco competencial [...] y en toda su plenitud las competencias que legalmente le están atribuidas en el Gobierno del Poder Judicial".Sala manifestó que este acuerdo, que calificó como "reflexivo", no supone una merma de su confianza en su vicepresidente, "que sigue gozando de toda la estílma profesional y personal". Tras resaltar el "respeto absoluto a la libertad de expresión por parte del Consejo", Sala afiadió que "no se enjuicia negativamente la persona del vicepresidente, sino que se lamenta las repercusiones que han tenido sus declaraciones".

Según Sala, quien hizo un pormenorizado repaso de las actuaciones del Consejo desde su toma de posesión hace diez meses, el resultado de la votación indica "que no se ha roto el consenso ni se ha cambiado el modus operandi" del Consejo. Respecto a la reclamación de más competencias para el CGPJ por parte de su vicepresidente, Sala afirmó: "De los tres sistemas de autogobierno judicial: italiano, portugués y español, el nuestro es el que, considerablemente, tiene más competencias".

El autor de las declaraciones desaprobadas, José Luis Manzanares, volvió a ratificarse ayer "punto por punto y coma por coma" con lo que había manifestado. "Aún me quedé corto", señaló Manzanares, quien sólo quiso matizar que con su afirmación de que "el Consejo está muerto", no se refería a la capacidad de trabajo de sus miembros, "sino a la limitación de competencias que sufre y al hecho de que el mayor peso de su función se centre en asesorar a Justicia".

Manzanares no prestó importancia al hecho de que tres consejeros propuestos, como él, por el PP, -José Antonio Zarzalejos, Antonio Marín Rico y Javier Gómez de Liaño- suscribieran la desaprobación a sus palabras. "Tal y como está el texto, casi lo hubiera firmado yo", dijo el vicepresidente, por entender que "todo ha sido un malentendido". Según Manzanares, lo que ha molestado es "la posible interpretación de que aquí no se trabaja, y no es eso lo que quise decir".

El vicepresidente manifestó que su postura crítica y reivindicativa "está más cerca de los jueces y de los ciudadanos que las otras", aunque añadió que "Ia mayoría de los consejeros está de acuerdo en la necesidad de mayores competencias, aunque existen diferencias respecto al momento y la forma de pedirlas", concluyó.

La polémica suscitada por las declaraciones de Manzanares tuvieron ayer respuesta en distintos ámbitos políticos. El ministro de Justicia, Tomás de la Quadra, afirmó que "ha sido el pueblo el que se ha dado esa Administración de Justicia a través de la Constitución" y se manifestó sorprendido por las declaraciones de Manzanares "cuando no han cambiado las cosas desde que fue elegido".

El presidente del Partido Popular, José María Aznar, defendió en Pamplona a Manzanares, de quien dijo que es un ciudadano español "que tiene derecho a la libertad plena para expresar la opinión que le parezca oportuna", informa Efe. "Me parecería un acto asombroso que pudiese tomarse cualquier tipo de acuerdo con relación a sus declaraciones", añadió.