El Gobierno hará un ensayo de convivencia autonómica en el Senado antes de decidir la reforma constitucional,

El rey Juan Carlos inaugura hoy la nueva sede del Senado acompañado de los principales representantes de los órganos constitucionales del país. Este acto tiene lugar después de varios años de interrogante sobre la razón de ser de la Cámara Alta, a lo que se espera dar respuesta en este trimestre con la reforma de su reglamento, que creará una comisión con presencia de los poderes: legislativo, Gobierno central y Gobiernos autonómicos. Si esta solución resulta inoperante se estudiará la reforma de la Constitución.

La misión última de esta comisión de autonomías sería la de fijar un foro en el que se diriman todos los asuntos conflictivos entre el Gobierno central y los autonómicos y poner fin a las permanentes escaramuzas entre ambas instancias y, sobre todo, a que las polémicas no terminen siempre en el Tribunal Constitucional. En dicha comisión se tratarían todos los asuntos que afecten a las comunidades autónomas, incluidos los proyectos de ley del Gobierno.Así, antes de la aprobación de estos últimos, se pretende que las comunidades. autónomas den su opinión y no se encuentren con los hechos ya consumados. Este ensayo servirá para conocer si es necesario o no reformar la Constitución lo que llevaría a configurar una Cámara similar a la que existen en sistemas federales.

El Gobierno se mueve por ahora en el terreno de los principios políticos y aún no se ha descendido a la articulación de los mecanismos de funcionamiento. El nuevo diseño entraña la convivencia de dos cámaras en una. Se mantendrá su función legisladora o de doble lectura y correctora respecto de lo aprobado por el Congreso, y se potenciará su ya iniciada labor de investigación, en el sentido de estudio, sobre asuntos sociales. Estas funciones tradicionales convivirán con su nueva configuración como cámara territorial inscrita en la citada comisión de autonomías.

Desde el Gobierno central se considera que esta segunda función de la Cámara dará resultado si desaparecen los recelos de los Gobiernos autonómicos y asumen que, aunque esta Cámara esté en Madrid, no es un apéndice más del aparato central del Estado, sino un lugar de todos. En el terreno casi de lo utópico, los portavoces gubernamentales informantes consideran que, por ejemplo, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, debiera denunciar aquí y no en Barcelona lo que considere una medida inadecuada del Gobierno central.

Esta vez parece que sí hay voluntad política de que se produzca esta reforma, según ha trascendido de la reciente conversación entre el presidente del Gobierno, Felipe González, y el presidente del Senado, Juan José Laborda. La reforma del Senado será tina pieza más de la negociación para el pacto autonómico que empezará en octubre. Siempre según las previsiones, en diciembre podrá celebrarse un debate general sobre las autonomías.

Con este nuevo impulso político, el rey Juan Carlos inaugurará esta tarde la ampliación del Senado, cuyo coste ronda los 4.000 míllones de pesetas, con las ausencias, previamente justificadas, de los presidentes Jordi Pujol (Cataluña), José Antonio Ardanza (País Vasco) y, Manuel Fraga (Galicia).

El Rey ha recibido un telegrama de los senadores melillenses por el PP, Carlos Benet y José Luis Poza, en el que anuncian su ausencia en protesta por la carencia de Ceuta y Melilla de estatutos de autonomía. El Gobierno ha pospuesto esta tarea año tras año.