Fraga tendrá varios encuentros con Castro en la visita que mañana comienza a Cuba

Manuel Fraga, presidente de la Xunta de Galicia, llega mañana a La Habana en el curso de una visita organizada "a modo y gusto del visitante" según fuentes oficiales, cuyo carácter eminentemente político sólo se dará en los encuentros personales que sostenga con el presidente del Consejo de Estado cubano, Fidel Castro, con el que tiene previsto conversar varias horas en más de una ocasión, sin periodistas ni colaboradores

ENVIADO ESPECIAL,

Fraga es el tercer político español de diferente espacio ideológico, tras Adolfo Suárez y Felipe González, que hablará personalmente con Castro en lo que va de año. También lo hizo el rey Juan Carlos en julio último durante el desarrollo de la cumbre iberoamericana de Guadalajara.Las autoridades de La Habana no han retocado ningún detalle a las observaciones hechas por los hombres de la Xunta de Galicia que detalladamente han preparado en las últimas semanas la visita de su presidente a Cuba. Esta visita, que se inicia el lunes por la noche y acabará el domingo siguiente a mediodía, tiene un fuerte componente familiar para el propio Fraga, que pasó parte de su infancia en la isla, y también un sentido de solidaridad con la apenada colonia gallega, la más sacrificada y con menor ventura de éxito de toda la emigración gallega actual. Cuba acoge actualmente en su territorio a unos 1.500 naturales de Galicia, de los que sólo la mitad goza de pasaporte español.

Fraga y Castro son hijos de la emigración gallega de principios de siglo, tienen casi la misma edad -69 años el primero y 65 el segundo- e incluso son oriundos de una misma provincia: Lugo. La diferencia está en que el primero, engendrado en la isla, nació en Villalba y, tras pasar su infancia en Cuba, regresó y se realizó en España. Castro, hijo de padre y madre gallega, residió siempre en la isla; se educó con los Jesuitas; hizo la carrera de Derecho y abrazó las ideas nacionalistas cubanas desde muy joven, pese a que de puertas para adentro de su casa recibió una educación muy similar a la de Fraga en España.

Lo que hablen Castro y Fraga es una incógnita y, según fuentes diplomáticas españolas, siempre se entenderán porque piensan y conversan en gallego, entendido procurar un entendimiento mucho más práctico que el que pueden sostener otros dos políticos con menos diferencias ideológicas.

La presencia de Manuel Fraga en Cuba durante toda la semana estará asociada a su infancia en la localidad de Las Tunas, en Manatí, a sus paisanos y a ser protagonista de una cadena de agasajos poco común con una persona tan distanciada políticamente. Fraga, 12 horas después de pisar Cuba, será declarado huésped ilustre de La Habana.