Los partidos, dispuestos a un pacto de caballeros para suprimir las vallas con publicidad electoral
Si los principales partidos políticos fueran consecuentes con las propuestas de reducción de gastos electorales que ahora proclaman, en la campaña de las próximas legislativas quedaría suprimido, o restringido al máximo, el uso político de vallas publicitarias, el soporte de propaganda que más endeuda a los partidos. Desde los populares a Izquierda Unida se declaran en estos momentos partidarios de esa renuncia si hay un pacto de caballeros entre todos. El Gobierno, que aprueba esa iniciativa, se opone, en cambio, a modificar cualquier aspecto sustancial de las normas para elegir a parlamentarios y alcaldes.
El Gobierno y el Grupo Parlamentario Socialista se limitan en estos momentos a admitir como posible una modificación legislativa que tranquilice a la opinión pública sobre la corrección y transparencia de las finanzas de los partidos, si bien sólo aluden a la prohibición de algunas modalidades de publicidad. "Prohibición", se cuidan los portavoces socialistas de matizar y de condicionar, "si hay un amplio acuerdo parlamentario ".A lo que parece, en este momento lo habría. Los principales representantes del PSOE, Partido Popular, Centro Democrático y Social, Convergencia i Unió e Izquierda Unida han coincidido en manifestar a este diario que si hay voluntad de respetar el, acuerdo, ellos son partidarios de: alcanzarlo. En cambio, el consenso se torna en polémica al, abordar la posible utilización de: más mecanismos de reducción de los gastos electorales. El desembolso en las campañas es el principal motivo del endeudamiento de las organizaciones políticas, Sólo en las elecciones legislativas de 1989, PSOE, PP, CDS, CIU, IU y PNV gastaron en publicidad y propaganda 2.859 millones de pesetas, la mayor parte para pagar vallas publicitarias.
Con la actitud de quien "constata que no le afecta", los socialistas muestran su extrañeza de que otros partidos gasten más que el PSOE y a la vez se ajusten a los topes legales y tengan menos deudas, y se niegan a dar más facilidades para que las empresas privadas o los particulares financien a los partidos.
Filigranas contables
Imbuidos de pragmatismo, los nacionalistas de Convergencia i Unió reconocen que los técnicos contables "se ven obligados a hacer filigranas para cuadrar las cuentas" y apelan a que sería mejor que las cifras correspondieran más a los conceptos. Cori unas elecciones autonómicas ya a la vista, el portavoz de CIU, Miquel Roca, se declara partidario de sustituir la limitación de los gastos electorales por restricciones, o prohibiciones, sobre determinadas vías de gasto.
Por el contrario, el CDS e Izquierda Unida, partidos con recursos más modestos, no se resignan a que el éxito dependa del pederío económico y reclaman la máxima igualdad de oportunidades. De ahí, en parte, que se nieguen a cualquier modificación que rectifique la actual proporcionalidad y prime a los grupos mayoritarios. Una actitud con la que coincide el PSOE en cuanto a rechazar, por ejemplo, el sistema de doble vuelta para la elección de los alcaldes.
Pero, a diferencia de la mayoría de la oposición, los socialistas se niegan a introducir cambios sustanciales en la legislación electoral. "No hay una conciencia de que sea inexorable realizar nuevos cambios después de haber hecho los últimos hace sólo seis meses", según el ministro para las Relaciones con las Cortes., Virgillo Zapatero.
Tejer y destejer
"Dejemos primero que haya un rodaje. No podemos estar continuamente tejiendo y destejiendo, sostiene este ministro, que, por otra parte, asegura no haber recibido ninguna solicitud para negociar reformas electorales.
El Gobierno no ha incluido en su calendario de proyectos legislativos ninguna previsión de reformas de ese tipo. Ha encargado, eso sí, un estudio sobre posibles "mejoras" del actual sistema al Centro de Estudios Constitucionales.
Los socialistas sólo observan un nroblema nuevo tras las últimas elecciones municipales y autonómicas: las irregularidades en algunos votos por correo tramitados por el Partido Popular. Según Martín Toval "ya existen elementos para constatar que es posible una utilización fraudulenta" de ese procedimiento. Una constatación que comparte Miquel Roca (CIU), quien, tras "advertir" que todos los partidos tienen expertos en tramitar votos por correo, propone restringir el uso de ese derecho a las personas hospitalizadas, en servicios de guardia y pocos supuestos más.
Estas propuestas son semejantes a las del CDS e IU, admitidas en principio por el PSOE, mientras el Partido Popular solicitará que el voto por correo sea "más fácil y ágil", según su vicesecretario general Javier Arenas. Este procedimiento aumentó en decenas de miles los votos del PP en los últimos comicios locales.
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