_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Señas de identidad

Cinco niños, párvulos: pasaban entre personas que les gritaban "Asesinos". Urbaneja nos enseñó, compungido, la imagen de la vergüenza en Mancha Real, y las de Villaverde, y de un pueblo de Lérida. Bien: somos racistas. Recuerdo imágenes de Little Rock, donde los que pasaban hacia la escuela eran negros, y los feroces, blancos americanos: hemos progresado mucho. Aquellos sucesos provocaron respuestas en el mundo entero y en su país, y allí brotó el poder negro, y la nueva izquierda, y algunos grandes movimientos más extensos. Ganaron: aquel racismo está atenuado. Aquí no hay respuesta social. No la hay a nada de lo que la tenía antes. No haría Suecia ahora un tribunal Russell -ni siquiera hay un Russell- para juzgar cuáles son los crímenes de guerra de la democracia: su modelo ha caído, su socialismo ha perdido. Por no cambiar, como han hecho los otros socialismos: al soplo del tiempo.Imágenes de entierro en Muchamiel. Escenas de siempre: las enlutadas, gritando al aire inútil. ¿Forma parte el racismo de los bombarderos, de los pistoleros de ETA? "No somos españoles, eso está claro", decía un hombre de edad, con las cámaras y el micrófono delante, creo que en Bermeo. Son otra raza. Séanlo. No sé cuál es la raza española. ¿La de quien no es vasco, gallego, andaluz, extremeño, catalán, etcétera? Sugerí que el nacionalismo es no querer ser lo otro; más atinadamente, es querer ser diferente al mundo. ¿Merecen las bombas todos los demás? ¿Merecen los niños gitanos ser llamados asesinos? ¿Hay que matar para asegurar que se es croata o serbio o esloveno, o para unir estos pueblos contra su voluntad?

Felipe González, en su diálogo con los directores de periódicos, hablaba de "zonas de confusión y vacío". Lo decía con el desdén propio de quien está seguro de sí mismo. Yo no se lo envidio: vivo en una de esas zonas de confusión y vacío; es satisfactorio. No querer aceptar las nuevas normas, el nuevo desorden mundial, como si fueran dogmas. En cualquier caso, no aceptar dogmas. Recomponer la personalidad con la contradicción: no aceptar que las piezas del rompecabezas humano dibujen un paisaje concreto, un cuadro histórico, un retrato. Desconfiar de las señas de identidad.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_