Zagreb sufre su primera alerta aérea
ENVIADO ESPECIAL Zagreb, la capital de Croacia, soportaba anoche con las luces apagadas el sobrevuelo de los Mig federales, tras vivir por primera vez la sensación de encontrarse en las puertas de la guerra, cuando, tras un vuelo rasante de dos aviones del Ejército, las sirenas alertaron de un posible ataque aéreo, que no se produjo. Entretanto, la Guardia Nacional, la policía y los voluntarios cercaban el cuartel Mariscal Tito para impedir el movimiento de las tropas sitiadas. La alarma antiaérea desató el pánico entre los habitantes, que a pie o en vehículos corrían hacia los refugios.
La amenaza de un ataque aéreo contra Zagreb se produjo poco después de que se anunciara que el comando aéreo de la Quinta Región Militar (en Croacia) se había rendido. En realidad se trata del personal administrativo, sin mayor trascendencia. El miedo entre la población civil contrastaba con el triunfalismo expresado durante la mañana por el ministro croata de Defensa, Luka Bebic, quien anunció que "el curso de la guerra va a cambiar en los próximos días" y que "el enemigo será tratado como merece".Bebic se refirió a la rendición de algunas unidades del Ejército federal y a la incautación de material de guerra como consecuencia de la nueva táctica del Gobierno croata de cortar todos los suministros a las guarniciones federales. Sin embargo, en el terreno militar la situación parece menos favorable para las fuerzas croatas ya que el Ejército lanzó nuevas ofensivas en represalia por el bloqueo a sus cuarteles, y forzó la apertura de un nuevo frente de batalla en un lugar estratégico de la costa adriática.
Según Bebic sin embargo, alrededor de 400 oficiales y soldados se han rendido en las últimas horas a las fuerzas croatas, lo que ha ido acompañado de la incautación de una elevada cantidad de armamento y munición, que ha sido distribuida rápidamente entre los combatientes croatas. La bandera de esta república ondea al menos en cuatro cuarteles del Ejército. La televisión croata mostró imágenes de un contingente de piezas de artillería y de vehículos de transporte militar que han pasado a manos de la Guardia Nacional. "Con este éxito inicial, tenemos suficientes recursos para defender Croacia", dijo Bebic.
El ministro sostuvo que el corte de suministros a las unidades del Ejército continuará mientras prosiga la agresión". Dicha acción fue definida por el vicepresidente del Gobierno croata, Zdravko Tomac, como "una medida de presión sobre el Ejército y la comunidad internacional para resolver la crisis en paz". Tomac agregó que "Croacia no ha declarado la guerra al Ejército y no disparará primero, pero a partir de ahora el Ejército debe ser considerado como invasor".
Fuentes militares croatas aseguran que además de dos unidades en el área de Zagreb, se ha producido la rendición de tropas federales y la incautación de armamento en las ciudades de Gospic, Perusic, Karlovac, Metkovic y Ploce. En este último puerto el Ejército atacó por tierra, mar y aire varios puntos de la ciudad, especialmente las instalaciones militares abandonadas por los soldados federales con el objetivo de impedir que el armamento y munición caiga en manos de las fuerzas croatas.
Según la agencia Tanjug, próxima a la parte serbia, durante la batalla de Ploce, que duró seis horas, los aviones del Ejército alcanzaron dos barcos y varios edificios, entre ellos un depósito de armas. Los combates en Ploce abren el primer frente directo en la costa adriática. Se trata de un importante puerto estratégico entre Split y Dubrovnik. Además de conectar con la principal autopista del Adriático -la cual, según Tanjug, ha sido cortada a la altura de la ciudad-, Ploce es un punto fundamental para el transporte de suministros para la industria y el Ejército entre la costa y el interior, en dirección a la República de BosniaHerzegovina.
Otro importante ataque del Ejército tiene lugar en la ciudad de Vukovar, junto a la República de Serbia, donde desde primera hora de la mañana se libraban violentos combates de infantería y artillería. Informaciones de la parte croata, difíciles de confirmar, aseguraban que sus fuerzas habían destruido 17 carros blindados, derribado un avión Mig-21 y causado más de 100 bajas a las tropas del Ejército federal.
Con el nuevo giro experimentado por la crisis yugoslava, los próximos días aparecen poco menos que decisivos para el futuro de la República de Croacia, ya que el alto mando del Ejército ha anunciado que no asistirá impasible al bloqueo de sus tropas. De confirmarse que las fuerzas croatas han aumentado su capacidad de fuego y que se disponen a realizar "acciones ofensivas" como asegura el ministro Bebic, la escalada bélica puede ser inminente y llegar hasta la capital, Zagreb.
Ello no augura, precisamente, un futuro esperanzador para Croacia en el terreno militar, habida cuenta de la indiscutible superioridad del Ejército federal, pero podría dar un respiro político al Gobierno de Franjo Tudjman, que podría hacer valer ante la Comunidad Europea que no sólo las zonas croatas con Población serbia son objetivos militares del Ejército yugoslavo.
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