Ardanza se niega a recibir a Garaikoetxea y le exige que deje de pedir la independencia

El presidente del Gobierno vasco, José Antonio Ardanza, se negó ayer a establecer una negociación personal con Carlos Garaikoetxea, líder de Eusko Alkartasuna, como éste pretendía, y emplazó a EA para que antes de las 11 horas de hoy asuma la exigencia, planteada por el PNV y Euskadiko Eskerra, de que retire en los ayuntamientos sus mociones in favor de la independencia de Euskadi y no apoye las de Herri Batasuna. En caso contrario, "PNV y EE actuaremos en consecuencia", advirtió el lehendakari en una carta enviada al secretario general dé EA, Inaxio Oliveri.

La respuesta de Eusko Alkartasuna a sus socios en el Gobierno vasco -Partido Nacionalista Vasco y Euskadiko Eskerra - deberá producirse sin ningún tipo de ambigüedad y de ella dependerá que los hombres de Garaikoetxea continúen o no en el Gabinete. La coalición gubernamental quedó virtualmente rota el pasado martes cuando el portavoz, Joseba Arregi, dio un ultimátum a Garaikoetxea para que rectificara las proclamas indepentistas realizadas por su partido junto con Herri Batasuna en algunos ayuntamientos.Un portavoz del palacio presidencial de Ajuria Enea pronosticó ayer: "Nos encontramos ante el desenlace de la crisis. EA sólo puede decir 'sí' o 'no'". Para Eusko Alkartasuna, sin embargo, la única forma de solucionar la crisis es la celebración de "una reunión serena y directa entre las partes", según un comunicado hecho público por su ejecutiva tras la reunión del pasado sábado.

Fuentes de la dirección de EA adelantaron ayer que este partido está dispuesto a llegar a una solución satisfactoria para ambas partes en una reunión con Ardanza, y que el partido ya ha dado muestras de su buena voluntad tras las declaraciones de Carlos Garaikoetxea en las que asumió el Estatuto de Autonomía en su totalidad. En la misma línea incluyen la decisión de no presentar nuevas mociones con reivindicaciones independentistas.

La ejecutiva de Eusko Alkartasuna, reunida en sesión de urgencia el sábado, acordó sin embargo no retirar las mociones ya presentadas en diversos ayuntamientos vascos mientras no se produzca una reunión con el lehendakari, y dio autonomía a sus concejales y alcaldes para que secunden las propuestas por HB en tanto en cuanto no se produzca una negociación en Ajuria Enea. El mismo sábado. fueron aprobadas dos mociones independentistas más de HB con los votos de Eusko Alkartasuna.

Este partido sostiene que "es una obligación inexcusable de José Antonio Ardanza convocar una reunión de la comisión de seguimiento del pacto de gobierno para estudiar conjuntamente cualquier posibilidad de conciliar las posturas discrepantes".

Sin embargo, Ardanza respondió al mediodía de ayer a esa pretensión con una total negativa. No habrá reunión de la comisión de seguimiento y la puerta del palacio de Ajuria Enea permanecerá cerrada a los máximos dirigentes de Eusko Alkartasuna mientras no asuman en su totalidad el documento apoyado por el PNV y Euskadiko Eskerra.

El ultimátum de ayer por la tarde exige a Eusko Alkartasuna el compromiso de que en esta legislatura no presentará iniciativas que pongan en tela de juicio el Estatuto de Autonomía o propongan su reforma y señala que cualquier alteración de estos u otros compromisos debe ser consensuada por los tres grupos coligados.