El presidente Mesic afirma que Yugoslavia ha dejado de existir
El presidente de Yugoslavia, el croata Stipe Mesic, proclamó ayer que Yugoslavia ha dejado de existir y pidió que se reconozca, de una vez por todas, la soberanía de las repúblicas". Tres de ellas (Serbia, Eslovenia y Macedonia) han proclamado ya su independencia. Mesic, al que le corresponde presidir la jefatura del Estado colectiva y cuyas órdenes el Ejército federal ignora solemnemente, considera que la desobediencia militar equivale a un golpe de Estado. Ayer se cumplió el ultimátum de 48 horas que Mesic dio al Ejército federal para que retirara sus tropas de Croacia.
El lunes, lord Carrington, en nombre de la conferencia de paz auspiciada por la Comunidad Europea, intentará sentar frente a frente en Belgrado a los dos líderes yugoslavos que más odio político y personal se profesan: Slobodan Milosevic y Franjo Tudjman, los presidentes de las repúblicas de Serbia y Croacia, respectivamente.La conferencia de paz concluyó ayer sus dos primeros días de trabajo y se autoconvocó de nuevo para el próximo jueves. Dos grupos de expertos, a cargo del español Nuño Aguirre de Cárcer y el holandés Carl Parkman, esbozarán los principios sobre los que habría de basarse la futura estructura constitucional de Yugoslavia.
El revés sufrido ayer por la Guardia Nacional croata a manos de la guerrilla serbia, con la caída de una de las más emblemáticas ciudades del frente bélico, Kostajnica, produjo un alto número de víctimas mortales. También un avión de línea croata con 173 pasajeros fue interceptado por Mig yugoslavos y obligado a aterrizar en Zagreb. Lo único positivo de la jornada para los croatas fue el apresamiento de un general y cinco oficiales yugoslavos que viajaban en un helicóptero alcanzado.
Por otra parte, dos camioneros españoles que han quedado atrapados en medio de los combates declararon ayer que la "guerra es total" cerca del puerto croata de Zadar, en el Adriático, desde donde intentan regresar a España.
El jefe del Gobierno federal, Ante Markovic, advirtió que los combates no son nada comparados con la "guerra civil abierta" que se avecina si fracasa lord Carrington.
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