El Banco Mundial prevé que la economía española crecerá el 3,2%

El Banco Mundial prevé que la economía española crecerá este año un 3,2%, según manifestó ayer en Madrid el responsable de: Relaciones Exteriores para el sur de Europa de esta organización, Carmelo Furci. Esta previsión es, superior en dos décimas al 3% de: crecimiento manejado por el Ministerio de Economía.

Furci, tras recalcar que la economía española ha atravesado un momento especialmente feliz: durante los ejercicios anteriores, "con el nivel de crecimiento más alto de Europa", señaló que: este ritmo, en torno al 5%, no se: podrá mantener ya este año".

De hecho, las previsiones del equipo de Carlos Solchaga para. el periodo 1992-1995 apuntan a. esa tendencia. En las tres proyecciones realizadas por Economía. -a finales de julio, el crecimiento previsto iba del 3% al 3,8%.

El representante del Banco Mundial analizó las consecuencias de la desintegración de los países del este de Europa. Reconoció que todos los planes de la organización deberán ser revisados para hacer frente a este problema, aunque matizó que las "verdaderas prioridades del Banco Mundial siguen siendo el África subsahariana y América Latina".

Al respecto, Furci señaló que en breve se canalizará una primera ayuda de 30 millones de dólares [unos 3.150 millones de pesetas] a la URSS para ayuda técnica". En cuanto a la incorporación tanto al Banco Mundial como al Fondo Monetario Internacional de los países -que se están desgajando de la URSS, Carmelo Furci señaló que "hasta el momento la única petición que hay en nuestro poder es la que Mijafl Gorbachov nos remitió a finales de julio, aunque es evidente que ahora las circunstancias han variado notablemente". Aun así, aseguró que esta petición no será contestada "hasta dentro de año o año y medio, tal y como suele ser norma del Banco Mundial".

El miembro de la organización internacional también se refirió al perdón de la deuda externa del Tercer Mundo. "El Banco Mundial", resaltó, "no se ha planteado en ningún momento condonar la deuda, porque ayudar al desarrollo no es una forma de hacer caridad". "Además", argumentó, "esta decisión debería ser, en todo caso, de los Gobiernos de los 155 países que integran el banco".