Un puyazo estival
Quizá sea una nimiedad, pero el cumplimiento de la normativa del Banco de España por las entidades de crédito parece seguir siendo un mito. Quizá sea una tontería, pero lo cierto es que todo sufrimiento ajeno nos parece siempre inflado en una u otra medida por quien lo padece y cuenta. El caso es que el día 25 de julio fueron dadas instrucciones a un banco extranjero de ordenar una transferencia en divisas a través de su banco corresponsal en España, que extendió y envió el cheque por su importe a la entidad donde estaba situada la cuenta beneficiaria, que lo recibió al día siguiente, viernes 26. Una circular del Banco de España ordena que esta segunda entidad ingrese el importe de una operación como la descrita en la cuenta beneficiaria con fecha valor del día siguiente hábil a aquel en que reciba el documento que contenga la orden.Cuando el día 6 de agosto pude hablar con el responsable de abonar el importe de la transferencia en mi cuenta, he de reconocer que mi estado de ánimo no era pacífico, y no_ mejoró gran cosa cuando observé que, a pesar de mi invitación expresa a cumplir la circular citada, mi interlocutor no sólo no se mostraba dis puesto a hacerlo, sino que me anunciaba, con aparente propósito de sosegar mi ánimo y sospechoso tono de almibarado placer, que él podía variar perfectamente por su propia autoridad en dos o tres días la fecha de valoración. Y a la vista de que había soportado firme y estoicamente la suerte de varas y el castigo de banderillas y embestido con fiereza y nobleza la muleta, mi transferencia bien podía reci bir el sello de la valoración en todo.lo alto el 9 de agosto. No obstante, lo que más duele de esta historia es que el artista fue ra de -cuadrilla pública y que unopueda llegar a la triste conclusión de que sea la banca pública la que incumpla de la manera más alegre las normas que protegen a, entre otras cosas, sus propietarios.- Miguel Bravo Ferrer.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.