Marchais derrota a los reformistas del PCF

Con los cabellos tintados para disimular sus 71 años de edad, las cejas recortadas a fin de suavizar su aspecto, un elegante traje gris perla y una inescrutable sonrisa de viejo jugador de póquer, Georges Marchais anunció ayer que el Comité Central del Partido Comunista Francés (PCF) había aprobado por 128 votos a favor y 13 en contra su informe sobre los acontecimientos en la Unión Soviética.

"Los que esperaban el estallido de nuestro partido", dijo, "se han equivocado. El PCF no está condenado a muerte y no piensa cambiar un ápice su política de defensa de los trabajadores franceses".Al término de la reunión extraordinarla de tres días del Comité Central, Marchais, secretario general del PCF desde hace dos décadas, compareció ante los periodistas para proclamar de inmediato: "Los comunistas franceses no somos responsables de lo que ocurre en la URSS". Y luego añadió: "Los franceses que aspiran a una vida digna y libre en un mundo en paz pueden estar tranquilos: el PCF sigue a su servicio".

"Algunos camaradas", reconoció el incombustible secretario general del PCF, "han expresado durante la reunión del Comité Central diferencias importantes con la política del partido". En concreto, esos "camaradas", dirigidos por los ex ministros comunistas Charles Fiterman y Anicet le Pors, pidieron la dimisión de Marchais y la celebración de un congreso extraordinario capaz de adoptar importantes cambios organizativos y políticos. El balance de la votación en el órgano es un aplastamiento de los reformistas.

Marchais expresó su "desprecio" por la reaparición en Francia de la historia según la cual él trabajó voluntariamente durante la II Guerra Mundial en una fábrica de la Alemania nazi. Y para concluir afirmó: "Una forma de socialismo ha fracasado y eso da nueva arrogancia a la derecha y la extrema derecha. Pero el capitalismo confirma cada día su incapacidad para dar respuesta a los problemas humanos".