Las comunidades de 'vía lenta' advierten que no aceptan ser autonomías de segunda

Numerosos presidentes de comunidades autónomas que confían en conseguir mayor autogobierno con el pacto de Estado autonómico no encuentran similitud entre los países bálticos y España. Asimismo se oponen a la aparente pretensión del presidente de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol, de establecer una 'jerarquía" entre autonomías. Pujol declaró ayer que "el Gobierno debe tomarse en serio a Cataluña como nación y no puede seguir dándole el trato que le da". El lehendakari, José Antonio Ardanza, propuso "avanzar en el reparto del poder en este Estado plurinacional".

José Antonio Ardanza, presidente del Gobierno vasco, calificó de "insostenible" que el pacto autonómico propuesto por el Gobierno central no incluya una arripliación de las competencias de las nacionalidades históricas. A juicio del lehendakari, el reto principal no estriba en reformar la Constitución, sino en lograr un consenso sobre "cómo configurar este Estado plurinacional" para, posteriormente, analizar si para ello son necesarias o no reformas constitucionales.Respecto a la posible incidencia en España del proceso de independericia de los países bálticos, advirtió que "sería irresponsable" tanto una actitud de "mimetismo autonómico, como la de "aquí no pasa nada". A su juicio, la redefinición de los modelos de convivencia que seestá produciendo en Europa debe servir para "avanzar nosotros también en la definición de nuestro propio modelo de convivencia y en una estructuración más adecuada del reparto territorial del poder en este Estado plurinacional".

Jordi Pujol, presidente de la Generalitat de Catalunya, adoptó ayer una actitud más cauta que en días anteriores. Pujol manifestó que "las ideas del centralismo han quebrado en Europa y las fuerzas nacionalistas son las emergentes. El Gobierno debe tomar nota de lo que ha sucedido y tomarse en serio que Cataluña es una nación y que no puede seguir recibiendo el mismo trato que se le da", advirtió.

"Los catalanes", agregó, "tenemos iguales derechos que los lituanos, pero nosotros matizó, "hemos decidido ejercerlos de manera muy distinta. Ellos los ejercen a través de la independencia y nosotros de la autonomía. Nuestras realidades supranacionales son muy distintas porque España no es ni la URSS ni Yugoslavia".

Pujol, que se mostró a la espera de que el Gobierno central le explique qué entiende por "pacto autonómico", ha insistido en que no es partidario de reformar la Constitución, salvo que el Gobierno se empene en una interpretación restrictiva del Estatuto catalán.

Manuel Fraga, presidente de la Xunta de Galicia, aconsejó "no copiar cosas de fuera" y abogó por "desarrollar de buena fe, y a fondo, la Constitución y los Estatutos. El Estado de las Autonomías, en una Europa integrada, ofrece soluciones suficientes si sabemos buscarlas", agregó.

Juan José Lucas (PP), presidente de Castilla y León, admitió que en el pacto autonómico propuesto por el Gobierno central las nacionalidades históricas "aspiren a asumir nuevas competencias que sus Parlamentos consideren necesarias". Pero el presidente castellano-leonés subrayó su total oposicíón a la aparente pretensión de Pujol de una "jerarquización" de las comunidades autónomas. "Yo, desde luego, no voy a permitir que Castilla y León sea una autonomía de segunda", anunció. A diferencia de los nacionalistas catalanes, enfatizó en que no hay ninguna similitud entre los paises bálticos y cualquier comunidad autónoma española.

Joan Lerma (PSOE), presidente de la Generalitat valenciana, consideró "suficientes" las actuales competencias de su autonomía, "porque son las mismas que las transferidas a las principales comunidades españolas". Sin embargo, Lerma se mostró partidario de "profundizar en el autogobierno" a través del pacto autonómico. "si otras comunidades alcanzan mayores competencias, nosotros debemos seguir estando ahí", manifestó, según informa Francesc Bayarri.

El presidente valenciano, que se encuentra en Chile en viaje oficial, calificó ayer de "necesario" el pacto autonómico para "garantizar la suficiencia financiera de las comunidades autonómas a la hora de ofrecer servicios de calidad y para conseguir la corresponsabilidad fiscal". Lerma no considera necesaria una reforma constitucional.

El presidente valenciano rechazó que la situación en la URSS y Yugoslavia deba provocar cambios en España.

José Ignacio Pérez Sáenz (PSOE), presidente de La Rioja, defendió criterios de hornogeneidad para llevar adelante el pacto autonómico y se mostró preocupado por la actitud de los partidos nacionalistas. Desde su punto de vista, pueden "entorpecer" el acceso a nuevas competencias de 13 de las 17 comunidades que esperan el comienzo de las negociaciones.

Pérez Saénz expresó el sentimiento de reproche que le producen las declaraciones de políticos nacionalistas. "Parece que quieren provocar a los demás y ya no porque digan que son diferentes, que lo son, sino porque da la impresión que les molesta que haya derechos para todos. A estas alturas no es correcto que para defender sus derechos tengan que pisotear a los demás".

Carlos Collado (PSOE), presidente de Murcia, está convencido de que se llevará a cabo "el gran pacto, autonómico" para que comunidades como la que preside puedan obtener mayores responsabilidades.

Emilio Eiroa (Par), presidente de Aragón, afirmó que "la situación actual no debe servir para que, por intereses particulares, se perpetúe un centralismo maquillado ni autonomías de distinta categoría".

Los presidentes de Navarra, Gabriel Urralburu, (PSOE); de Canarias, Jerónimo Saavedra (PSOE); de Andalucía, Manuel Chaves (PSOE); de Extremadura, (PSOE); de Cantabria, Juan Hormaechea (Partido Popular) y de Baleares, Gabriel Cañellas (PP) rehusaron ofrecer su opinión. Los presidentes de Asturias, José Luis Fernández Vigil (PSOE) y de Castilla-La Mancha, José Bono (PSOE), no pudieron ser localizados por encontrarse de viaje. Joaquín Leguina (PSOE), presidente de la Comunidad de Madrid, permaneció reunido todo el día con su Consejo de Gobierno.