Un juez reduce de 45 a 18 años la pena impuesta a un 'televangelista' de EE UU
Jim Bakker, el más famoso de los televangelistas de EE UU, ha logrado una reducción de la pena que se le impuso en 1989 por un delito de estafa continuada. La decisión judicial hecha pública en Charlotte (Carolina del Norte) condena a Bakker a 18 años en lugar de a los 45 iniciales. Bakker podrá solicitar la libertad provisional en 1995.
La decisión del juez Graham Mullen ha levantado una fuerte polémica en Estados Unidos, donde miles de personas resultaron estafadas por las prácticas fraudulentas de Bakker. Este televangelista, que resultó ser un gran estafador, fue el primer predicador de la fe que se dio cuenta de que el mejor púlpito era la televisión. En 1986 creó, un imperio hotelero-religioso abierto a sus seguidores, que se contaban por centenares de miles. A través de sus programas religiosos, Bakker, que actualmente tiene 51 años de edad, convenció a sus devotos seguidores de que pagaran 1.000 dólares a cambio de cuatro días de descanso espiritual en su disneylandia de la fe durante el resto de sus vidas.Los cheques de 1.000 dólares llovieron sobre Bakker, que logró reunir una fortuna de 158 millones de dólares en unos pocos meses. El capital procedente de sus feligreses no sirvió para construir su proyecto, pero parte del dinero se dedicó a la construcción de una enorme y lujosa mansión para su disfrute personal, en la que no faltaban griferías de oro y casetas de perro con aire acondicionado. El escándalo de las casetas de perro refrigeradas se compara en EE UU con los miles de pares de zapatos hallados en la residencia de Imelda Marcos en Manila tras su salida forzosa de Filipinas.
El parque espiritual-vacacional de Bakker, Heritage USA, y la PTL (Praise the Lord or People That Love -Alabemos al Señor o La gente que ama-), el nombre de su iglesia, presentaron suspensión de pagos en el año 1988 y sus bienes fueron subastados públicamente. Miles de personas perdieron su dinero, la mayor parte de ellas ancianos de clase media y media baja. Bakker fue procesado, juzgado y encarcelado.
Arrepentido
Su imagen apareció de nuevo en las televisiones norteamericanos el pasado viernes, esposado de pies y manos y rodeado de agentes federales. Ahora cumple condena en una prisión federal de Rochester (Minnesota), la ciudad donde se halla la prestigiosa clínica Mayo.En su comparecencia ante el juez, Jim Bakker dijo emocionado, con lágrimas en los ojos, que estaba "profundamente arrepentido" por el daño que había hecho a sus feligreses, y que sus problemas se debieron más a su inexperiencia en los negocios que a su deseo de vivir rodeado de amplios lujos.
El abogado defensor de Bakker, el profesor de Harvard Alan Dershowitz, ha declarado que su cliente le había pedido que expresara públicamente que "su fe en Dios es cada día más fuerte". Tammy Faye Bakker, la esposa y compañera del predicador en sus shows religiosos, se declaraba contrariada "porque Jimmy deberá estar en prisión más tiempo de lo que yo esperaba".
Tammy, que sigue en el negocio de la fe, dirigiendo personalmente la New Covenant Church en Orlando (Florida), esperaba una sentencia que permitiera a su esposo solicitar la libertad provisional dentro de un año. Los fiscales, por su parte, se oponían a cualquier rebaja y acusaron al televangelista de ser un "materialista" y de "usar a la gente en su propio beneficio". Para los fiscales, Bakker es "un criminal de guante blanco" que llevó a cabo "el mayor delito de estafa continuada registrado en toda la historia de Estados Unidos".
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