La guerra de alianzas de Collor de Mello
Las desavenencias conyugales del presidente brasileño copan los titulares de los diarios del país
Río de Janeiro Para buena parte de los políticos brasileños, el mes de agosto trae consigo sombríos presagios de crisis política o inestabilidad institucional. Así, se recuerda que en agosto de 1954 el presidente Getulio Vargas se suicidó de un disparo en el corazón; o que en agosto de 1961 otro jefe de Estado, Janio Quadros, renunció inesperadamente a su cargo, inaugurando una fase de desequilibrio que desembocaría en 21 años de dictadura militar
Ahora, cuando con la bonanza democrática de este final de siglo parecía que las conmociones de agosto eran parte de pasado, el presidente Fernando Collor de Mello y su segunda es posa, Rosane, están sacudiendo la opinión pública brasileña con una crisis... conyugal.
La semana pasada, cuando Collor apareció en público por primera vez sin la alianza que usaba desde su boda, las páginas políticas de los diarios brasileños abandonaron las áridas cuestiones de Estado para dedicarse al nuevo asunto: Collor y Rosane pasan por graves desavenencias y su matrimonio puede haber llegado al Fin.
Las habladurías aumentaron el sábado, cuando el presidente festejó su 421 cumpleaños en la casa de un amigo, junto con un selecto grupo de invitados, sin su esposa y en presencia de una única mujer: la periodista televisiva Marilla Gabriela.
El lunes, en la ceremonia oficial del cumpleaños, Fernando Collor se mantuvo alejado de su esposa, quien, a su vez, se rascaba constantemente la nariz, esforzándose por mostrar a las cámaras de televisión y a dos docenas de fotógrafos su dedo anular, en el que lucía su alianza matri -monial.
A pesar de la sonrisa que mostraba en esa ocasión, amigas íntimas de la primera dama dijeron al diario O Globo que Rosane Collor estaba "angustiada, no sólo por la amenaza abre su matrimonio que se cierne sono, sino, también, ante la sospecha de que el presidente pueda asumir otra relación". Al mismo tiempo, la prensa brasílefia señala que los latidos del corazón presidencial se acelerain en presencia de Marilia Gabriela.
En medios políticos se admi.te que las desavenencias se originaron con la negativa de Rosa.ne de renunciar, como quiere su marido, a su cargo de presidenta de la Legión Brasileña de Asís,tencia (LBA), una entidad filantrópica estatal tradicionalmente presidida por la primera dama.
El Tribunal de Cuentas de Brasil estudia presuntas irregu.laridades administrativas en las secciones de la LBA en Sáo Pau.lo, Paraná y Amazonas, e insiste en convocar a Rosane Collor a prestar declaración.
Un amigo de la pareja observó que "es posible que enemigos políticos del Gobierno estén intentando utilizar a Rosane para en rodar la figura del presidente".
La crisis conyugal de los Ciollor ha sido comparada con las escandalosas desavenencias que separaron al presidente argentino, Carlos Menem, y la ex primera dama, Zulema Yoma. Sin embargo, Rosane ya admite estar dispuesta a abandonar su cargo: "Pierdo la LBA, pero no el marido", dijo a una amiga.
Puede ser. Será, en tal caso, el desenlace menos traumático de los que se recuerdan para una crisis de agosto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.