Decenas de perros mueren envenenados con estricnina en Cenicientos

Un total de 22 perros murieron envenenados con estricnina a finales de julio en Cenicientos, según el alcalde, Jesús Manuel Ampueros, del PP. El portavoz socialista, Ramón Ramos, afirma que son al menos 33 los animales envenenados y 15 desaparecidos entre los 350 canes de este pueblo de 2.100 habitantes al suroeste de la Comunidad. Ramos acusa al alcalde de no informar a la población y advierte sobre el riesgo sanitario que implican los animales desaparecidos.

El pasado día 28 de julio, el ganadero Julio Fernández vio cómo se colaban sus perras de caza, las Blancas, bajo la puerta de la finca de Vidal Juan Nombela, uno de los propietarios del matadero Hermanos Juan Nombela, según relata. "Estuvieron comiendo. Una de ellas fue para casa, bebió agua y se murió. Echaba espumarajos y sangre por la boca", asegura. La otra perrita apareció muerta poco después. El análisis de las vísceras del primer animal, del contenido de su estómago (callos de cordero) y de otro perro más, además de los cebos encontrados en la finca, reveló que tenían estricnina, un veneno prohibido usado en tiempos como matarratas. La estricnina provoca la muerte en apenas un cuarto de hora mediante fuertes hemorragias, según Manuel Peinado, veterinario de la Consejería de Economía, quien recogió las muestras para su análisis en el laboratorio regional. Ese fue el comienzo. Ese día aparecieron en total 11 animales muertos, -"todos cerca de esa finca", según fuentes del Ayuntamiento- nueve al día siguiente, lunes, y dos más el martes, según el alcalde. El ganadero culpa a Juan Nombela. "Se quejaba de que los perros habían maltratado a las ovejas que tiene en la finca", asegura. El regidor confirma que todos los cebos se encontraron en esa propiedad. También acusa a Juan Nombela otro afectado, Víctor Vedia, propietario de siete perros. Juan Nombela rehusó ayer hablar con este periódico.

Denuncias

Al menos cinco propietarios del perros muertos presentaron denuncia ante la Guardia Civil, según Vedia. El juez de paz, Felipe González, ha remitido las denuncias al juzgado de Navalcarnero. Los animales fueron incinerados, afirma el alcalde, quien asegura que no le consta la desaparición de ningún perro.Sin embargo, el ex alcalde de Cenicientos, Ramón Ramos, del PSOE, han muerto 33 perros y al menos 15 han desaparecido. Ramos acusa al alcalde de negarse a hacer una relación oficial de los propietarios afectados por los envenenamientos y de no informar al pueblo sobre la conducta a seguir con los perros muertos. Afirma que no todos los animales fueron incinerados:"Algunos se han enterrado y otros se han depositado en el vertedero municipal". Para Ramos, existe peligro en que otros animales, pájaros y rapaces, se envenenen al comer los perros muertos que no se han localizado.

"Tenían que haber matado a todos los perros", comentaban algunos vecinos, "muchos están descuidados". Otros lo sentían: "Los animales tienen sus derechos, tenían que matar al culpable", aseguraba ayer José Sánchez, propietario de cuatro perros de caza, afición habitual en la zona, "los tengo encerrados. Tengo miedo". "Tenían que haber informado", asegura otro hombre acodado en la barra de un bar, "hay gente con perros desaparecidos que no ha dicho nada".