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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El dinero hace la unión

Llevamos una semana leyendo en diversos periódicos noticias con estos titulares: Más que una cumbre, Los 'siete' no se ponen de acuerdo en ayudar económicamente a..., Todo preparado para la cumbre, etcétera. Y a una le hace pensar y protestar de rabia. ¿Será posible que en la era de los derechos humanos el motivo que una a varias naciones sea el ser las más ricas del planeta?Unirse con gentes de más allá de nuestras fronteras es apasionante. Una, en su utópica mente, piensa que nos debemos unir por tierras, creencias, culturas... (cumbre árabe, europea, de países iberoamericanos, etcétera), pero que el motivo de unión sea el poder económico, y ellas solitas decidan qué hacer con el resto, es denigrante.Alvin Toffler, en su libro El cambio del poder, quiere explicarnos cómo el poder ha cambiado de ser económico a ser de la mente.Dice: "La fuerza, la riqueza y el conocimiento son las palancas esenciales y forman la triada del poder". Y más adelante: "Nos preguntamos por qué razón los individuos y las sociedades en su conjunto se someten a los deseos del poderoso, nos encontramos una vez más frente a la trinidad músculo, dinero y mente". Y cita a Churchill, que dijo: "Los imperios del futuro son imperios de la mente".

Ahora bien, ¿qué entiende Toffler, o qué quisiéramos entender los utópicos, sobre el poder de la mente? Si pudiéramos entender por mente el pensamiento, la cultura, los sentimientos... de un pueblo, todo cambiaría; porque el ser humano siente y piensa, ríe o llora, ama u odia, tenga o no dinero, tenga o no hambre, tenga o no lo que llamamos poder.

Pero hoy la mente que decide ya no es humana, sino tecnológica. Y por tanto, no se tiene, sino que se adquiere. Por ello, hasta el poder de la mente es económico.

Sin quedarme en decir que todo va mal, pues una mente utópica siempre camina hacia adelante, la solución de este planeta no pasa por los siete magníficos que estos días se han sentido realizados discutiendo nuestro futuro: pasa por una ONU fuerte y unida, sin vetos de ningún país, en donde la igualdad de las distintas nacionalidades sea un hecho.-

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