Objetores
Hace un mes o quizá más, no anoté la fecha, le envié una carta que no ha publicado. Esto sólo indica una cosa: que no ha querido hacerlo. Es una resolución a la que tiene pleno derecho, para eso es el director; sin embargo, este no querer publicarla merece analizarse.La carta no era de la índole de las que se arrojan a la papelera por la memez que contienen y en muchos casos por lo mal escritas que están y, no obstante ambas circunstancias, merecen su aprobación.
Sin duda su voluntad es sagrada en el periódico que dirige, y, sin embargo, tiene que obedecer a unas causas, no a puro capricho.
Causas indican que usted está conforme con los objetores de conciencia, que el 99% no son más que sujetos que quieren librarse a toda costa del servicio militar, importándoles un bledo su obligación con la patria, a la que todos hemos servido, aunque el hacerlo nos haya reportado muchas incomodidades.
Que usted está conforme no sólo con los objetores de conciencia, sino con los insumisos, unos sujetos chulos que pretenden imponer su chulería al extremo de decir: ni hago servicio ni presto una labor con que sustituir mi delicado estado de conciencia, porque mi desfachatez llega a estos extremos y me río de la patria y de las leyes.
Usted está conforme con esto. En algo ha de basar su negativa a la publicación de esa carta. Esta negativa también revela su total identificación con esos sujetos. También revela que está plenamente identificado con el rector de esa universidad que prohibe el uso del castellano como idioma nacional y exige el idioma inglés, ¡el inglés!, en una universidad española, con lo que revela que su necedad y su pedantería son tan grandes que ni de portero de dicha universidad debería mantenérsele un solo día.
Usted, con su negativa a publicar mi carta, deja bien clara cuánta es su identificación con estos hechos, y estas personas. Vamos, que usted aplaude estas conductas y rechaza cuanto se oponga a ellas.
Siento haberme equivocado al dirigir mi carta a su periódico, donde creí encontrar eco a protesta tan justificada.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.