_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Dos billetes

Últimamente estoy algo paranoico: no tengo más remedio que ir de un sitio a otro con la mayor rapidez posible, pero no me apetece nada utilizar los medios a mi disposición. Como no tengo fortuna para cambiar del medio a mi disposición, paso horas sentado en los aviones maldiciendo mi suerte. Lo malo es que gran parte del tiempo que paso en ellos transcurre en tierra.Y generalmente en el aeropuerto de Madrid. Cuando finalmente se anuncia que el vuelo -retrasado por la misteriosa y "tardía llegada del anterior"- está listo para embarcarnos, arrastro el maletín de viaje por kilómetros de galerías de mármol imperial para llegar a un finger. El finger es un tubo que en otros aeródromos del mundo conduce directamente al avión. En Madrid conduce a una escalera al pie de la que espera un autobús que, con el motor en marcha, está perfectamente equipado para gasear a los pasajeros. En el avión, los usuarios son informados de que el tiempo está imposible, estamos a punto de ser los primeros para despegar, el tráfico está fatal, abróchense los cinturones que pronto les serviremos la cena de plástico. Continúa la huelga de unos y otros (nadie explica que los controladores han empezado la suya sin decírselo a nadie). Me pregunto para qué se molestan las compañías aéreas en sugerir que nuestro vuelo tiene su salida a las 18.05, cuando en realidad sería mucho más preciso decir que, con algo de suerte, el despegue está programado para cualquier momento entre las 19.00 y las 22.30.

Y encima, los españoles pagamos los billetes de Iberia dos veces: una, al adquirirlo, y otra, considerando lo mal que va y el absurdo tamaño de su déficit, cuando pagamos los impuestos con los que el Estado tapa los agujeros. Como dice un amigo mío, "mejor es no volar; así sólo se paga el billete una vez".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_