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Los bomberos, desbordados por el vendaval

Francisco Peregil

La tormenta que se cernió ayer tarde sobre Madrid trajo de todo en grandes cantidades, excepto la lluvia, que sólo apareció en grandes dosis después de anochecer. Sin embargo, el viento, que provocó en todas las calles enormes remolinos de arena, se bastó por si solo para arrancar de cuajo los árboles, que caíansobre la calzada, y para derribar los tejados de numerosas viviendas. En el aeropuerto de Barajas, todos los vuelos se interrumpieron durante una hora y seis fueron desviados.

Además, un vuelo con destino a Moscú, que ya inició la carrera de despegue, tuvo que regresar al igual que un avión del puente aéreo Madrid-Barcelona.En la piscina Solimpar, de Leganés, resultaron heridas diez personas al desprenderse una parte del techo de la cafeteria donde se habían metido para refugiarse, informa Ana Roldán.

En el barrio de Vallecas volaron varias chabolas, y en el resto de la ciudad, según contabilizó la policía, se cayeron tres torretas de luz, ardieron varios transformadores y una grúa de la construcción quedó derribada en la calle de Mudela. El récord en caídas de árboles lo obtuvieron la calle de Cabanilles y el paseo de la Castellana, ambos con seis plantas en el suelo.

Los bomberos realizaron más de 200 salidas, y la Policía Municipal recibió más de 200 llamadas, en su mayoría provocadas por desplomes de cornisas, caída de tejas y ramas de árboles.

Accidente de tráfico

El mayor problema fue, según la delegacion del Gobierno, un accidente en la intersección de las carreteras de Barcelona y de Barajas, con la colisión de dos vehículos, en el que resultó herida grave una persona.La tormenta también tuvo sus efectos positivos, ya que sirvió para apagar dos incendios que se habían declarado en las localidades de Ribatejada y Torrelaguna. No obstante, a primeras ho-ras de la madrugada de hoy, los bomberos continuaban atendiendo llamadas de ciudadanos.

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En Vallecas, los vecinos afectados por el derribo de sus casas se agrupaban ante la junta municipal, donde se encontraba el ex vocal de IU Francisco Pérez. "Me veo impotente", decía"porque aquí no está ni el concejal ni ningún representante deningún grupo. Las calles. están llenas de árboles caídos, varios vecinos con tejados desprendidos, y nadie aparece".

Las 27 familias que aún viven en el barrio del Pozo del Huevo, tras el realojo de otras 50, se vieron también enormemente afectadas por el vendaval, informa

Isabel Fernández. Juan Escribano, uno de los vecinos indicó: "Desde diciembre nos tenían que haber trasladado, y el Ayuntamiento dice que son problemas del Ivima".

La solución se ha agravado desde que, con el traslado se derribaron muchas chabolas, hecho que ha perjudicado a las que aún quedan en pie.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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