Una infección diezma al equipo de Breukink
El australiano Phil Anderson ganó ayer otra etapa llana, de 207 kilómetros entre Rennes y Quimper, al superar al sprint a otros tres colegas que llegaron con cinco segundos de ventaja sobre el pelotón. Abdujapárov, mientras, ya es segundo en la general por las bonificaciones. Pero el interés del día estuvo en el equipo PDM, aquejado de una intoxicación alimentaria o de una gripe, según las versiones. El PDM perdió ayer a cinco corredores de un plumazo, y el jefe, Breukink, corrió con 38 de fiebre. Anoche se dudaba tanto de su continuidad como de la del resto de sus compañeros: Alcalá, Kelly y Van Aert.
La epidemia que amenaza con arrasar las filas del PDM, líder de la clasificación por equipos por delante del Banesto, dará lugar a algún juego detectivesco. La confusión sobre el origen del mal, si comida en mal estado o una gripe contagiosa, abrió el fuego cruzado de las especulaciones. Luego, la posibilidad de que el mexicano Raúl Alcalá fuese uno de los no afectados levantará alguna sibilina acusación "Quien ha vivido en México tiene un estómago a prueba de bomba", masculló en la sala de prensa un periodista mexicano con ánimo de librar a su compatriota de toda sospecha.Pero es una de las más chocantes sorpresas del pelotón, a fuer de profundizar en la maldad, cómo Alcalá se resiste públicamente a aceptar su condición de lugarteniente en el PDM. A pesar de que el director del equipo, Jan Gisberts, considerado como un hombre de poco carácter, ha declarado sin tapujos que el equipo trabaja para los intereses de Breukink, la disconformidad parte inmediatamente del propio Alcalá, que se autodenomina como "jefe de filas del PDM" sin que se sepa que haya sido amonestado por ello.
A última hora, una versión oficial del PDM salvaba a Alcalá de los intensos murmullos: "Todos los corredores están afectados, incluído Alcalá", dijo el portavoz del equipo. "Los médicos les están tratando, pero e posible que mañana [por hoy] ninguno tome la salida".
38 de fiebre
A la vista de que medio equipo se ha ido al garete (Verhoeven y Raab no tomaron la salida, Van Poppel y Earley abandonaron en la etapa y Boden llegó con el control cerrado), la continuidad del PDM va a depender de cómo evoluciona la infección. El más afectado de los que cruzaron la meta fue Breukink, máximo aspirante, junto a LeMond, al triunfo en el Tour. El comunicado de la organización señalaba que Breukink corrió con 38 de fiebre. El médico del Tour no quiso arriesgarse a un pronóstico sobre las posibilidades de Breukink de llegar fisicamente entero a los Pirineos si no se retira hoy.
La meta se pobló, por tanto, de interrogantes acerca del tamaño de la epidemia y sus probables orígenes. Atrás quedaba otra etapa aburrida que concluyó con una victoria de Phil Anderson como colofón a una escapada de cuatro corredores. Fue Sean Kelly quien explicó el menú que los miembros del PDM tomaron el domingo: "Comimos sopa, espaguetti y jamón york". Unas horas antes, el director del equipo había afirmado que el problema era una "epidemia de gripe
La posición débil de Breukink abre, por último, una plaza más a quienes aspiran a subir al podio. Como Induráin, sin ir más lejos.
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