La crisis de EE hace peligrar la estabilidad del Gobierno- tripartito vasco

La crisis interna de Euskadiko Ezkerra (EE) se ha convertido en una nueva amenaza para la continuidad del Gobierno tripartito de la comunidad autonóma vasca. El lehendakari José Antonio Ardanza sigue con preocupación los acontecimientos, según admite un portavoz del palacio presidencial de Ajuria Enea. Si la división de EE se consuma, no serán tres sino cuatro las formaciones políticas representadas en el Ejecutivo y el Partido Nacionalista Vasco (PNV) tendría que revisar su composición.Por un acuerdo tácito entre las dos corrientes de EE, la participación en el Gobierno autónomo fue dividida a medias. El secretario general del partido, Jon Larrinaga, se hizo cargo de la cartera de Urbanismo y Medio Ambiente, mientras el crítico Martín Auzmendi ocupaba la de Trabajo y Seguridad Social. La ruptura del partido provocaría una situación nueva, con cuatro formaciones políticas, representadas en el Gobierno, las dos resultantes de la escisión de EE, el PNV y Eusko Alkartasuna (EA).

El estallido del conflicto en EE, larvado durante los últimos cinco meses, se produce cuando el Ejecutivo había logrado digerir la resaca poselectoral y los enfrentamientos entre los tres socios derivados de los pactos municipales del PNV con el Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE), según admiten fuentes de Ajuria Enea. El Gobierno vasco se dispone a afrontar, entre otros proyectos de importancia, una revisión de la estructura presupuestaria de la Administración vasca para tratar de simplificarla y recortar gastos.

En el entorno de la presidencia existe una impresión ligeramente optimista sobre la viabilidad de un acuerdo de última en el Biltzar Ttipia o comité nacional de EE previsto para hoy lunes, tras el cruce de acusaciones, amenazas, descalificaciones e invitaciones a abandonar el partido entre los dos sectores.