ETA advierte que seguirá atentando contra los funcionarios de prisiones

ETA lamenta en un comunicado publicado ayer por el diario Egin el resultado del atentado contra la prisión Sevilla 1, al que califica de "grave". La acción produjo cuatro muertos "que nada tenían que ver con el conflicto Euskadi-Estado", según el texto, que añade que el atentado iba dirigido contra el director de la prisión "y los funcionarios represores que obran bajo su mandato". La organización advierte que seguirá atentando contra estos trabajadores "mientras no cambien de actitud".La organización reconoce que el anuncio de que eran los funcionarios su objetivo no es ninguna excusa para exculparse de la responsabilidad adquirida tras el balance "desgraciadamente irreparable" del atentado.

El comunicado se refiere también a las amenazadas dirigidas contra los presos etarras por reclusos comunes. Estos internos no son más que "un grupo residual", según el comunicado.

"Compartiendo todo el dolor de los compañeros de las cárceles por las muertes producidas en contra de nuestra voluntad, consideramos que son incomprensibles las injustas amenazas lanzadas por los presos sociales [en referencia a los comunes] puesto que parece que hablan en boca y de la mano de los ministerios de Justicia e Interior, olvidando que son sus enemigos directos", asegura el texto.

Los internos de la cárcel de Burgos manifestaron que "tomarían la justicia por su mano" si ETA atentaba contra sus familiares y adviertieron al máximo responsable de la organización Francisco Mugica Garmendia, Artapalo, que el atentado suponía una "declaración de guerra" contra la sociedad carcelaria. "Reunificarán a tus compañeros en un cementerio", amenzaban.

Para la organización terrorista "muertes y castigos más dolorosos han tenido lugar [en las cárceles] y nunca se han atrevido a proferir ese tipo de calificativos y amenazas para denunciar las palizas, torturas y muertes que se han llevado a cabo contra sus propios compañeros de prisión".

Asimismo, ETA se responsabiliza de los atentados contra la oficina de viajes Ecuador en Italia, del paquete bomba que costó la vida a tres técnicos de desactivación de explosivos y de la colocación de un paquete bomba en el vehículo de un policía en Basauri (Vizcaya).