Akzo endurece su oferta inicial para ceder su participación en La Seda y asumir parte de la deuda
La multinacional holandesa Azko ha endurecido su oferta inicial a los bancos acreedores de La Seda para ceder a éstos gratuitamente su participación en la sociedad de fibras químicas y pagar parte de la deuda financiera acumulada, que totaliza 13.500 millones de pesetas. La banca acreedora ha interrumpido el habitual descuento de letras de cambio de La Seda, por un montante de 2.000 millones, ante la fuerte crisis de la sociedad, motivada por su falta de liquidez y la tensión suscitada por la repentina marcha de Akzo.
Un portavoz de la química holandesa declaró ayer a este diario que el rechazo de los bancos acreedores ha provocado un endurecimiento de las condiciones ofertadas inicialmente por Akzo. En principio, el socio holandés había ofrecido asumir la totalidad de la deuda garantizada por avales (6.500 millones de pesetas) más el 57% del resto de la carga financiera (otros 7.500 millones), así como traspasar a los bancos su participación en La Seda por un precio simbólico. La no aceptación de estas condiciones ha comportado que Akzo afirme ahora que sólo se hará cargo de la deuda garantizada.Entre los bancos acreedores figuran el Banco de Crédito Agrícola (2.500 millones), La Caixa (1.000), Bankinter (800), Cajamadrid (600), Progreso (200), Banesto (180) y Bank of America (como director de un crédito sindicado de 4.000 millones en el que participan otras 10 entidades).
Medios bancarios aseguraron ayer que Akzo ha planteado su salida de La Seda en términos de "o lo tomas o lo dejas". Estas fuentes añadieron que el director financiero de Akzo, Frist Hensel, viajó el pasado viernes a Barcelona y manifestó a los representantes de los bancos que La Seda ha dejado de estar en sus planes estratégicos. Estas fuentes afirman que los 15 bancos acreedores de La Seda están dispuestos al diálogo, pero rechazan la oferta de Akzo, entre otras razones, porque en la práctica "equivaldría a una quita", es decir, a la condonación de una parte de la deuda.
Medida cautelar
Como medida cautelar, los bancos acreedores han comenzado a interrumpir el habitual descuento comercial que La Seda utiliza librando a los bancos letras de cambio giradas a sus clientes, según admitieron ayer fuentes próximas a la empresa. Estas fuentes señalaron que las letras de cambio detenidas en los bancos suponen alrededor de 2.000 millones de pesetas.Algunos bancos afectados por la crisis de La Seda denunciaron ayer en privado la amenaza de Akzo de instar la quiebra voluntaria de la empresa si no se aceptaba su oferta para cambiar la deuda por acciones. El portavoz de Akzo declinó ayer comentar esta afirmación, aunque no la desmintió.
La Seda atraviesa desde hace dos años una falta de liquidez motivada por la caída de sus ventas ante la competencia de las fibras de otros países. La sociedad perdió 2.868 millones en 1990, aunque las pérdidas de explotación ascendieron a 3.200 millones. La situación ha empeorado este año, ya que las pérdidas han ascendido a 1.320 millones en el primer trimestre del año, según indican datos remitidos a las bolsas.
A finales de 1990, La Seda recibió un crédito sindicado de 4.000 millones de pesetas para afrontar estos problemas de liquidez. Para reforzar sus necesidades de financiación a corto plazo, la empresa comunicó a la Comisión de Valores su intención de emitir pagarés hasta un máximo de 8.000 millones. La operación fue un fracaso. En noviembre, La Seda realizó una única subasta de pagarés en la que apenas logró colocar 300 millones de pesetas a un tipo medio del 13,3%, ante lo que suspendió las subastas.
Reunión extraordinaria
El presidente de La Seda, Lorenzo Gascón, ha convocado para hoy una reunión extraordinaria del consejo de administración. Gascón ha mostrado su intención de buscar un nuevo socio Industrial que sustituya a Akzo de forma no traumática. Fuentes próximas a las negociaciones dijeron ayer, sin embargo, que Gascón "ha sido abandonado por Akzo y cuenta con pocas bazas para remontar la situación".La multinacional holandesa es accionista de La Seda desde 1925. La marcha de Akzo se ha precipitado en los últimos días al no avalar el drástico plan de reestructuración presentado por el propio Gascón, que preveía la eliminación de 700 de los 2.550 puestos de trabajo y de tres líneas de producción en El Prat y Alcalá de Henares.
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