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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Sobre la nueva peseta

Estoy de acuerdo en lo que sobre "la nueva moneda" dice en su carta don Luis Méndez de Barcelona en EL PAÍS de 4 de junio, sin embargo, razonaré la imposibilidad de acuñación de una moneda de peseta de mayor tamaño y peso.No sé la edad que tendrá el señor Méndez, pero antes de nuestra guerra teníamos en circulaición monedas de plata de 5, 2 y 1 peseta, todas de gran tamaño; de níquel, de 25 céntimos, y de 10, 5, 2 y 1 céntimos, de cobre, que fueron sustituidas por papel y después por otras de aleaciones de cobre, de níquel y de aluminio.

Cualquier país que acuña moneda ha de considerar que el valor al peso del metal o aleación elegida para cada una de las distintas piezas sea inferior al nominal de éstas. En caso contrario sería fácil fundirlas y venderlas con beneficio. Entonces hay que hacer nuevas monedas con menos metal u otro de menor costo. Así ha sucedido ahora con nuestra peseta de aluminio, que ha pasado de 21 milímetros de diámetro y 1,2 gramos de peso a 0,5 gramos y 14 milímetros de diámetro. Igualmente el duro de níquel con 5,7 gramos y 23 milímetros de diámetro es reemplazado por una pieza de baja aleación de níquel de 3 gramos y 17,5 milímetros de diámetro.

Hay países en Europa, señor Méndez, que hace años acuñaron monedas tan pequeñas como la pesetita: sirva para ejemplo la holandesa de níquel de 10 céntimos de florín (5,4 pesetas).

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Mientras nosotros actualmente tenemos en circulación ocho nuevas monedas, EE UU hace muchos años que no ha variado sus cuatro monedas: de 25 y 5 centavos, de níquel de 24 y 21 milímetros de diámetro, respectivamente; (le 10 centavos, de plata-níquel, de 18 milímetros, y de un centavo de cobre de 19 milímetros (una peseta).

Claro que también hay inflación en Estados Unidos, pero un país en donde hay millones de máquinas accionadas por la moneda de 25 centavos lo que hace es introducir en ellas dos, tres o cuatro monedas en lugar de una, incluso en los autobuses, donde no se adinite otra ni se devuelve cambio; mientras siempre se ha mantenido la de 10 centavos para obtener línea en los teléfonos públicos, seguida de las de 25 centavos según duración y distancia de la llamada.-

. Ingeniero Técnico Industrial.Madrid.

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