La ausencia de Carlos Navarro provoca la suspensión del juicio laboral del 'caso Filesa'
"¡Señor Carlos Navarro! ¡Señor Alberto Flores!". El oficial del Juzgado número 1 de lo Social de Barcelona se desgañitó ayer llamando a dos de los principales implicados en el caso Filesa para que comparecieran en el juicio por reclamación de cantidad planteado por Carlos van Schouwen, el ex contable que ha desvelado la presunta financiación irregular del PSOE. Ni Navarro ni Flores comparecieron. El primero, diputado socialista, porque la citación no había llegado a sus manos. El segundo, hermano de Elena Flores (senadora y dirigente del PSOE), no tenía excusa.
Los gritos del oficial se superponían al maremágnum creado por decenas de fotógrafos, redactores y cámaras de televisión que ocupaban materialmente el vestíbulo de la antigua Magistratura del Trabajo.No se recuerda una expectación semejante en esa casa desde el juicio laboral del futbolista Bernd Schuster contra el Fútbol Club Barcelona. La vista quedó suspendida hasta el próximo jueves. Ese día se habilitará una sala más grande, para dar cabida a tanto informador.
La magistrada citará de nuevo a Navarro por todos los medios posibles: carta certificada, telegrama, telefax, etcétera.
Ninguna declaración
El único que sí compareció ayer fue Luis Oliveró -administrador único de Malesa, Filesa y Time Export y tío de la esposa de Navarro-, quien trató de evitar a los periodistas utilizando salidas secundarias. Abordado al fin en la calle, se negó a hacer declaraciones.La citación enviada a Carlos Navarro fue devuelta por los servicios del Congreso de los Diputados por hallarse aquél ausente. La citación en realidad había sido enviada por la magistrada que lleva, el caso -Carmen Quesada Pérez- a la sede del PSOE, en la madrileña calle de Ferraz, pero desde ahí se remitió al Congreso. Cuando el escrito llegó a la Cámara Baja, a primeros de junio, Navarro se hallaba ciertamente desaparecido. El diputado estuvo ilocalizable desde que estalló el escándalo, el 29 de mayo, hasta el 25 de Junio, cuando acudió al Congreso, una vez destituido como responsable de finanzas de su grupo parlamentario.
Carlos Navarro ya no se había presentado en la conciliación previa a la demanda laboral, cuando aún no había estallado el escándalo. En aquella ocasión la citación fue enviada a Filesa, donde aseguraron que no le conocían.
Guacolda Salas, la abogada de Van Schouwen -chilena como él-, declaró ayer que la incomparecencia de Carlos Navarro y de Alberto Flores constituía "una maniobra dilatoria para retardar este procedimiento [la demanda], lo que según la Ley de Procedimiento Laboral debe ser considerado como abuso de derecho".
Puestos de trabajo
Carlos van Schouwen reclama 25 millones de pesetas por un estudio sobre contenedores que, según afirma, es el único que realmente se realizó en la empresa. El ex contable sostiene que una parte del estudio fue vendido por Filesa al Banco Bilbao Vizcaya que pagó 84 millones de pesetas.Van Schowen asegura que pactó con Oliveró y Navarro la remuneración de este estudio, que se estableció en función de lo que sería el fondo de comercio de la operación de importación y exportación de contenedores, lo cual daba lugar a una suma mensual de 695.000 pesetas, aproximadamente, que serían pagadas al finalizar el proyecto. El chileno fue despedido antes de pagarle la cantidad resultante.
En un documento entregado ayer a la Sala por la abogada del ex contable se explica que cuando éste fue contratado, Oliveró le explico que "si bien en sus comienzos el trabajo y la remuneración sería modesta, se produciría un despegue importante derivado del hecho de que el señor Navarro Gómez crearía un holding dependiente del PSOE y destinado a fomentar el empleo y cumplir así con la promesa electoral de crear un número indeterminado de puestos de trabajo". La creación de puestos de trabajo se redujo a dos secretarias en Barcelona y una en Madrid, además de Oliveró y Flores, dados ambos de alta en la Seguridad Social.
Van Schouwen asegura también en su demanda que fue Carlos Navarro quien decidió su contratación, le marcó las directrices y estableció su nivel salarial.
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