El Congreso no logra mayoría absoluta en India
ENVIADA ESPECIAL El Partido del Congreso (I) ha sido el partido más votado en las pasadas elecciones indias, pero a primeras horas de la madrugada de hoy, con el 80% de los votos escrutados, las cifras indicaban que no obtendrá la mayoría absoluta, ni con la ayuda de los partidos regionales afines, como pareció en un principio. Los malos augurios que prevén una nueva era de inestabilidad en India con un Gobierno de coalición planean sobre un país cercano a la bancarrota y duramente golpeado por el terrorismo independentista. De los 399 escaños escrutados, el Congreso obtuvo 188, aunque la cifra puede ser inferior.
El hecho de que muchos de los votos que faltan por contar pertenecen a los Estados de Uttar Pradesh y Bihar, donde el Congreso iba en tercera, o cuarta posición, hace prever que la distancia a la mayoría absoluta sea bastante mayor.El BJP (Bharatiya Janata Party) aparecía en segunda posición con 92 escaños, pero, al contrario que el Congreso, el BJP se ha hecho muy fuerte en el norte del país y sus escaños irán aumentando conforme continúe el recuento en Uttar Pradesh y Bihar, los Estados mas poblados y pobres de India. Este partido, de base nacionalista hindú, sigue una carrera meteórica desde que saltó al escenario político en las elecciones de 1984 con dos escaños. "Lo importante de estas elecciones es que las convertimos en un partido de ámbito nacional", dijo J. P. Mathur, portavoz del BJP. En la sede del Congreso en Nueva Delhi se saboreaba con cautela la victoria, pero nadie se atrevía a decir quién de entre los dirigentes del partido será el nuevo primer ministro. "Es pronto para especular. Esperemos a que estén todos los resultados", declaró Sharad Pawar, jefe del Gobierno de Maharastra y uno de los aspirantes a dirigir el Gobierno.
En Maharastra, el Estado que tiene como capital a la ciudad más importante de India, Bombay, la victoria del Congreso (I) tenía carácter histórico. Cuando se habían contabilizado 37 escaños de un total de 48, 30 pertenecían al partido que dirigía el asesinado Rajiv Gandhi. Por el contrario, en Uttar Pradesh, el Estado más poblado y que genera mayor número de políticos -hasta ahora todos los primeros ministros han sido de allí-, la derrota del Congreso era clara.
El Janata Dal del ex primer ministro V. P. Singh es el gran perdedor -40 escaños- de estas elecciones, aunque puede aumentarlos algo cuando se conozcan los resultados totales de Bihar, el único Estado en el que aparece como el número uno.
La coalición de Singh
Singh, que formó una coalición en la que entraban desde los comunistas hasta los nacionalistas hindúes del BJP, se vio obligado a dimitir en noviembre de 1990 cuando perdió el apoyo del BJP por su propuesta de reservar una cuota de puestos en la Administración para las clases bajas y por su defensa de la mezquita de Ayodhya, que los fanáticos hindúes quieren derribar por estar supuestamente levantada sobre un antiguo templo de Rama.
Es difícil valorar el impacto que el asesinato de Rajiv Gandhi, el 21 de mayo pasado, ha tenido en el 60% de indios que aún no habían votado cuando. se produjo el atentado y que acudieron a las urnas los pasados días 12 y 15, pero lo que es evidente es que el Congreso ha barrido en todo el suroeste del país que votó en esos días.
Bengala Occidental, el último bastión del estalinismo, cuya capital es Calcuta, volvió a dar una amplia mayoría al Partido Comunista de India (Marxista, CPI-M), pero el B.IP logró por primera vez hacerse con un representante bengalí en la Lok Sabha, que tiene 524 escaños.
Estas elecciones han sido las más dramáticas y las más anómalas de la historia de India. Una violencia inusitada -285 muertos sin contar los 700 habidos en Punjab-, un descontento claro hacia los políticos que no hacen nada por sacar al país de la pobreza, ni controlan una inflación cercana al 15%. Esto se ha traducido en una abstención del 50%, muy por encima de la registrada hasta ahora.
Apatía, desencanto y aburrimiento ante las urnas dos veces en 18 meses, era lo que más se percibía en la campaña.
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