Un responsable del espionaje cubano reside en Sevilla sin pedir asilo político

Un responsable del espionaje cubano, especializado en contactos con grupos guerrilleros del Cono Sur, Ramón Massetti, y su esposa, hija del coronel cubano Antonio de la Guardia, ejecutado por un delito de narcotráfico, residen desde hace seis meses en Sevilla sin haber pedido asilo político, según fuentes diplomáticas. El caso desconcierta a las autoridades españolas.

Massetti y su esposa aprovecharon, a finales del año pasado, un viaje a México para comunicarse telefónicamente con el escritor francés Régis Debray, al que habían conocido durante una de sus estancias en la isla. A Debray, que acababa de cesar como asesor del presidente François Mitterrand, los Massetti le pidieron que les ayudase a rehacer su vida en Europa.

Hijo del cofundador, con Ernesto Che Guevara, de la agencia de noticias Prensa Latina, Massetti trabajaba en el departamento de América Latina del Comité Central del Partido Comunista cubano, que dirige Manuel Piñeyro, Barbarroja. En ese servicio estaba encargado de las relaciones con los grupos revolucionarios del Cono Sur.

Su mujer es la hija del coronel Antonio de la Guardia Font, fusilado en julio de 1989, junto con el general Arnaldo Ochoa y otros dos militares, tras ser condenado por narcotráfico.

El coronel de la Guardia era hermano gemelo del general Patricio de la Guardia, destinado durante largos años en Angola y que cumple ahora una sentencia de 30 años de cárcel.

Elisabeth Burgos

Para echar una mano a los Massetti, Debray, que trabó amistad con el Che durante la lucha armada en Bolivia, donde estuvo encarcelado cuatro años, se puso en contacto con Elisabeth Burgos, que fue su esposa y de la que ahora está separado.De origen venezolano pero con nacionalidad francesa, Elisabeth, que también tuvo vinculaciones con algunos grupos guerrilleros, vive ahora en Sevilla, donde trabaja en el Instituto Francés y colabora con el V Centenario.

A petición de Debray, Elisabeth acogió y ayudó a instalarse a principios de año en la capital andaluza al matrimonio Massetti. La ex esposa de Debray no ha respondido a las llamadas telefónicas de este periódico.

Las autoridades españolas pensaron que la pareja cubana pediría asilo político, pero no fue así. Los Massettizaron, en cambio, comenzaron a tramitar la residencia, que, a pesar de carecer de un contrato de trabajo, les ha sido concedida.