Cataluña se volcó en silencio en la repulsa al terrorismo de ETA

Decenas de miles de catalanes enmudecieron al mediodía de ayer durante cinco minutos. Era la primera réplica ciudadana a la matanza que ETA cometió el miércoles en Vic y el preludio de la concentración convocada el lunes en Barcelona. El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y el alcalde de la capital, Pasqual Maragall, coincidieron en la plaza de Sant Jaume para participar en la protesta. Esta imagen de unidad encarnó la repulsa colectiva de la sociedad hacia ETA, puesta ya de relieve con la solidaridad de Vic hacia las víctimas y la colaboración ciudadana que permitió la caída del comando Barcelona. Las manifestaciones de ayer en el País Vasco en homenaje a los etarras muertos contaron con una asistencia mínima. En Basauri se registraron dos heridos por bala.

La caída del comando, cuyos dos jefes -Joan Carles Monteagudo y Juan Félix Erezuma- murieron en un tiroteo con la Guardia Civil, fue debida en gran parte a los fallos cometidos por los propios etarras. Monteagudo y Erezuma, después de lanzar el coche bomba contra la casa cuartel, utilizaron para huir de Vic una furgoneta cuya matrícula era auténtica, error que sorprendió a las fuerzas de seguridad. La furgoneta había sido comprada con dinero que entregó Monteagudo a la propietaria, Pilar Ferreiro, detenida gracias a que un vecino de Vic tomó la matrícula.También se detuvo a otras dos personas acusadas de apoyar al comando Barcelona: Denis Marck, estudiante irlandés de 22 años, y Félix Ferrer, de 25. Este último fue puesto en libertad anoche. La. policía francesa detuvo ayer en San Juan de Luz a Aitor Elorza Unanue y a sus padres, acusados de ocultar al activista de ETA Zubieta Zubeldia.

Las manifestaciones convocadas ayer en diversos puntos del País Vasco como homenaje a los etarras muertos constituyeron un fracaso. Dos integrantes de un piquete fueron heridos de bala en Basauri por un policía de paisano, hecho sobre el que el gobernador civil de Vizcaya ha ordenado una investigación. Herri Batasuna muestra en un comunicado su "escepticismo" por la versión oficial del tiroteo en que murieron los dos etarras y llama a nuevas protestas callejeras.

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